Cultura

Héctor Bonilla enalteció el arte y la cultura de México: Inbal

La vida de Héctor Bonilla estuvo ligada al Inbal, institución con la que trabajó en montajes como El principito y La lente maravillosa.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recordó este 14 de marzo el 85 aniversario del natalicio del actor, director, productor teatral y político Héctor Bonilla, quien dedicó más de 50 años a enaltecer el arte y la cultura de México desde diferentes trincheras, por lo que fue declarado en vida Patrimonio artístico de Ciudad de México.

Como estudiante egresado de la ENAT y como actor profesional, la vida de Héctor Bonilla estuvo siempre ligada al Inbal, institución con la que trabajó en montajes como El principito, de Antoine de Saint Exupéry, y La lente maravillosa, de Emilio Carballido.

El Inbal le rindió un homenaje especial en 2019, con motivo de sus 50 años de trayectoria con una ceremonia realizada en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (CCB) -recinto que lo vio nacer para el teatro- y le entregó el reconocimiento Trayectorias notables de las artes en México.

Ese mismo año recibió la Presea Cervantina del Festival Internacional Cervantino, y el Gobierno de CDMX lo nombró Patrimonio Cultural Vivo de Ciudad de México.

Participó en más de 140 puestas en escena

Héctor Bonilla nació el 14 de marzo de 1939, en Ciudad de México, con el nombre de Héctor Hermilo Bonilla Rebentun. Desde joven se mostró interesado en la actuación e ingresó en la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Inbal donde tuvo entre otros profesores a Alejandro Jodorowsky.

Una de sus primeras actuaciones en el teatro profesional se dio en 1962 con la obra Puños de oro, de Clifford Odets, que le valió un comentario en el Diorama de la Cultura de Excélsior: “Héctor Bonilla es un joven actor de enormes posibilidades, con presencia escénica que logra convencer y emocionar”.

De ahí en adelante participó en más de 140 puestas en escena a lo largo de una destacada trayectoria teatral con obras como Zaratustra, de Jodorowsky; ¿Mi vida es mi vida?, de Brian Clark; Los argonautas, de Sergio Magaña; El extranjero, de Larry Shue; El principito, de Antoine de Saint-Exupéry; y Almacenados, de David Desola, y las comedias musicales El diluvio que viene y Sugar, entre muchas otras.

Ese mismo año debutó en el cine con la cinta Jóvenes y bellas, de Fernando Cortés, y en 1967 incursionó en la televisión a través de la serie La casa de las fieras. En ambas facetas participó en más de 100 producciones.

Destacan películas como María de mi corazón, El cumpleaños del perro y Matinée, de Jaime Humberto Hermosillo; La leyenda de una máscara, de José Buil; El bulto, de Gabriel Retes, y 7:19, de Jorge Michel Grau.

Hizo el doblaje de películas como Ratatouille, El libro de la selva, Coco y Ana y Bruno y fue narrador en espectáculos como Pedro y el lobo, de Serguéi Prokófiev, y El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns para una colección discográfica.

En el cine obtuvo el premio Ariel al mejor actor por Meridiano 100, de Alfredo Joskowicz, y por Rojo amanecer, de Jorge Fons, cinta que también produjo. En 2019 fue galardonado con el Ariel de Oro en reconocimiento a su trayectoria en el cine.

En noviembre de 2022, el Inbal le rindió un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, y en diciembre, el Inbal le hizo entrega también de manera póstuma su máximo galardón: la Medalla de Oro Bellas Artes, presea que recogió su viuda, la actriz Sofía Álvarez, acompañada de sus hijos.

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