Una carroza antigua profundamente negra detuvo su marcha en la puerta principal del Palacio de Bellas Artes. El ataúd con el cuerpo del compositor Mario Lavista llegó hasta la escalinata central del vestíbulo sobre alfombra roja; entre flores blancas y bajo su fotografía, varias manos se posaron sobre el féretro, en la primera guardia de honor.
Mario Lavista significó una renovación en la esfera cultural del país y abrió paso a una nueva etapa quizá por eso sentimos que una época termina el día de hoy”, expresó Alejandra Frausto, secretaria de Cultura.Cuando Mario Lavista ingreso al Conservatorio Nacional tuvo oportunidad de hacerlo como oyente. Sin embargo, fue de los más destacados discípulos de Carlos Chávez. Quienes estuvieron cerca del maestro hablaron sobre su legado.
Gracias por otorgarme ese gran privilegio de estar cerca de ti Mario, es el de autor de una formación musical que comienza con Carlos Chávez y hoy que soy profesora de la facultad de música de la UNAM siento la responsabilidad de continuar”, dijo Gabriela Ortiz, compositora.
El corpus creativo de Mario Lavista es un hecho capital de la cultura musical del mundo en el transcurso del último tercio del siglo XX la primera parte de este”, expuso Sergio Vela, director de ópera.Claudia Lavista, hija del compositor, compartió aspectos de su relación para, finalmente, dar la despedida:
Así que vete súper tranquilo papá y feliz y satisfecho y visítame de vez en cuando como tú quieras, aquí voy a estar. Te amo, papá”.Sus obras se escucharon en el vestíbulo, y un minuto de aplausos para quien fue miembro del Colegio Nacional, compositor comprometido y docente apasionado, en el último adiós a Mario Lavista.