En el poblado de Los Reyes de Juárez, al oriente del estado de Puebla, a principios de octubre ocurrió un hallazgo sui generis mientras un panteonero preparaba más fosas de enterramiento en el nuevo cementerio municipal: su retroexcavadora topó con lo que creía era una raíz, pero al empujar saltaron decenas de fragmentos que parecían ser huesos de tamaño y peso considerable.
El presidente municipal de Los Reyes de Juárez, Manuel Herrera Ponce, notificó lo sucedido a las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla, e inmediatamente se atendió el reporte.
El biólogo Iván Alarcón Durán acudió al sitio para hacer la inspección y verificó que se trataba de huesos de megafauna del Pleistoceno, la cual existió hace por lo menos 10 mil años antes del presente.
El especialista informó que mediante las tareas de salvamento arqueológico, para sorpresa de todos los que excavaban, en el pasillo, entre las filas de tumbas y el olor a crisantemos, se pudo recuperar una defensa casi completa, con una medida inicial de 2.90 metros, y también se halló la segunda defensa que fue rota por la máquina.
Por las características de las defensas, enormes y curvadas, que la gente confunde con colmillos, el biólogo lo ha identificado como un mamut.
Asimismo, se recuperó el cráneo fragmentado, 70% de la pelvis y algunos fragmentos de costilla, la más completa de estas conserva 60% de su tamaño original.
Para evitar el deterioro del hueso, el cráneo se sacó inmerso en un cuadro de sedimento endurecido y será cuidadosamente limpiado en laboratorio para su posterior análisis.
Tanto la pelvis, los fragmentos de cráneo, costillas y las defensas serán sometidas a limpieza y tratamientos de consolidación, a fin de evitar que el hueso se deteriore con el cambio de humedad al sacarlas de su cápsula de enterramiento.
Para profundizar en lo anterior, el Centro INAH Puebla contará con la colaboración del profesor investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, Carlos Castañeda Posadas, paleobotánico que realizará estudios de polen, mismos que permitirán reconstruir el paleoambiente donde ahora se encuentra el nuevo panteón municipal.
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