Hablar de Emilio Carballido, es hablar de un personaje único.
Estudiante de derecho, pero amante del teatro, dado el impacto que en él generó la obra de Xavier Villaurrutia, concluyó una maestría en letras especializado en arte dramático y letras inglesas.
Fue subdirector de la Escuela de Cine de la Universidad Veracruzana, un nigromante que entre actividades artísticas y culturales, la escritura de obras de teatro y guiones de cine.
También empleó su pluma para generar libros cargados de su particular visión de la vida, personajes de a pie y otros de leyenda, tal como hizo con “Chucho El Roto”, el enigmático bandido social que protagoniza “Tiempo de ladrones”, novela reeditada por el Fondo de Cultura Económica (FCE) como parte de la Colección 21 para el 21.
Con apenas 109 páginas, el libro se divide en dos tandas y a su vez en dos jornadas, páginas que nos llevan a San Juan de Ulúa, esa cárcel en la que vamos a oscuras y el oído percibe el retumbido del mar, grandes olas que golpean en la roca y al fondo golpes secos que los propios reos se propinan instigados por los militares.
Seguirán otras aventuras, persecuciones, heroicas escapadas de la cárcel, y otras más que retratan al personaje principal, a Matilde, también descubriremos la fuga de Lolita y para la segunda tanda, entre robo y robo hay bodorrio, todo contado entre diálogos, queda al descubierto la vena teatral de Carballido.
Para quienes gustan del cine mexicano, no será difícil imaginarse a Manuel López Ochoa enfundado en el traje del antihéroe de la época del porfiriato.
Es pues, un libro de esos que se lee con entusiasmo y despierta sin duda en los lectores un espíritu justiciero.