En el Zócalo de Ciudad de México se lleva a cabo la IX Fiesta de las Culturas Indígenas que visibiliza, dignifica y fortalece los derechos de las comunidades originarias.
Bajo las carpas monumentales y en un mundo de colores, Elisa Bautista Mendoza, comanda un ejército de hilos en su telar de pedal.
“Así para hacer esto se realiza aproximadamente un año desde la trasquila del borrego después el área de mordentado, teñido y el área más importante es la hora de plasmar los diseños en los tapetes”, dijo la artesana textil, Elisa Bautista.
Es parte de una familia que, en Teotitlán del Valle, Oaxaca, hace 35 años se dedica al textil.
Las piezas que vende de 100 hasta 3 mil pesos, las elaboran 25 familiares; hermanos tíos y primos.
“La más chica es de seis años y el más grande, que es mi abuela, tiene 93”, agregó Elisa.
Doña Carmen Lucio Maximino es de Querétaro, domina listones con amarres y dobleces desde hace 4 décadas.
Lo más llamativo de sus obras, además de las diademas son las muñecas otomís.
“Tengo catrina tengo Frida tengo arlele”, señaló la artesana Carmen Lucio.
Contrasta con la opacidad de las telas, la brillantez del cobre en cazuelas y vasijas, que desde hace 35 años trabaja Rubén Martínez.
“Todo este trabajo es amartillado 100%, a una temperatura muy alta, para poder dar forma a las cosas”, puntualizó Rubén.
Esto y más hay en el Zócalo hasta el 20 de agosto, en la IX Fiesta de Culturas Indígenas, pueblos y barrios originarios de Ciudad de México.