Con su más reciente espectáculo, La Bomba Teatro regresa a los orígenes del circo en México.
“El Circo Olímpico sí existió y sucedía en lo que se conocía como los antiguos patios de maroma en las calles de la Ciudad de México; lo que hoy conocemos como el Centro Histórico de CDMX, eran edificios que se usaban para peleas de gallo o cosas así”, comentó Paola Herrera, directora y actriz.
El actor Horacio Arango, agregó: “entras, hay un patio central, alrededor hay habitaciones, y en medio justo del patio es donde se llevaban a cabo estas funciones”.
En estos lugares ocurrían expresiones de todo tipo, como teatro de carpa o de revista; el Circo Olímpico entretenía a la clase popular, orquestado por un personaje peculiar.
“Había un personaje principal que era el payaso versador que salía a las calles, convocaba al público, y entre versos y canciones invitaba a las y los espectadores a pasar”, dijo la actriz Paola Herrera.
Haciendo valer todas estas características del Circo Olímpico, y con números como el domador de leones, el hombre más fuerte del mundo o mentalismo, este montaje mantiene el carácter popular y establece una relación estrecha con el público.
“La reacción de la gente es la que nos lleva y la que nos da esta alegría. Siempre sabemos cómo se la está viviendo el público, porque el espectáculo es totalmente interactivo. Una vez que interactúas con la gente y la gente te responde, ahí te das cuenta”, expresó Horacio Arango.
El Circo Olímpico de La Bomba Teatro tiene funciones los sábados y domingos hasta el 3 de agosto, en el Teatro El Galeón.