El aire entró en su circunferencia hasta elevar el globo por encima de una de las zonas vinícolas más conocidas de la Península Ibérica.
La Rioja, región de más de 66 mil hectáreas de viñedos, que en 2020 produjeron 269 millones de litros de vino.
“Es un referente internacional del enoturismo, donde la cultura de la elaboración del vino, de la vid ahora mismo se está poniendo de manifiesto como una riqueza turística y cultural que sabemos transmitir al exterior”, expresó Ramiro Gil, director de Turismo de La Rioja.
El enoturismo o turismo del vino plantea conocer los procesos de esta bebida, los lugares de cultivo y su dimensión en la naturaleza, mediante recorridos por tierra o aire.
“Te has puesto a pensar que es lo que le das a la gente al subir al globo? Bueno yo le ofrezco libertad sobre todo es la sensación de libertad estar por encima de las nubes como habéis visto esta mañana, sin una cabina presurizada totalmente en silencio, es la única manera que puedes estar ahí”, indicó Valentín Carbajo, piloto de globo.
Película de paisajes vivos, nubes, cielo, uvas y hojas, vistas desde una canastilla con la perspectiva de los pájaros
“Bueno nos ha parecido una buena idea y hemos disfrutado enormemente…. ¿Como para subirse de nuevo?, hombre claro”, dijo Gorka Michelena, pasajero de globo.
Por su lado, el pasajero Juan mencionó: “bueno lo que más me ha gustado cuando vas planeando bajito que va uno como si fuera una gaviota”
“Hay que jugar con los vientos para cambiar de dirección y bueno por arriba si que le hemos logrado por encima de las nubes, aparte que estaba precioso, hemos logrado colocarnos en la vertical de la zona de viñedos”, dijo Valentín Carbajo, piloto de Globo.
La promesa a la distancia del sabor que se ha cultivado en la tierra y habrá de complementar los alimentos, porque la gastronomía es otro ingrediente que en La Rioja potencia el vino y el turismo.
“Yo he vivido muchos años intentando potenciar nuestros atractivos turísticos a través de la gastronomía”, comentó Ventura Martínez, cocinero.
Comer y beber, parte final de un proceso que motiva la exploración de otros mundos y otros tiempos, basta recordar que los primeros indicios del cultivo de la vid en España, datan de 3 mil años antes de nuestra era.
“En España hay vino desde la época de los fenicios y romanos y en la época medieval era muy común que cada familia tuviera sus viñedos, hay que pensar que en la época medieval todas las familias debían tener sus propios viñedos porque casi todas las enfermedades venían del agua”, expuso José Ramón Cámara, propietario de bodega de vino.
Y agregó: “con lo cual cada familia trataba de tener sus propios viñedos para su autoconsumo, y vendían los excedentes”.
Los pueblos de La Rioja y de otras regiones de España tuvieron cientos de bodegas, sin embargo, alrededor de la mitad del siglo 20, dejaron de producir, no ha habido un relevo generacional para continuar con la producción de vino casero y tiende a desparecer esta práctica, que fue parte de la cultura de España.