Cultura

Las Alegorías de Saturnino Herrán vuelven a casa en el IPN

Las obras volvieron a las cajas para descansar de la luz una breve temporada y luego regresar a la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología.

A la espera de un respiro, “Las Alegorías” de Saturnino Herrán regresaron al campus Politécnico después de formar parte de la exposición “Muralismo” en San Ildefonso.

“Las piezas de Saturnino son un referente de esta exposición, de hecho, estuvieron en la sala introductoria porque estas piezas originalmente fueron pinturas murales, y a solicitud del Instituto Politécnico, hicimos una entrega donde se corroboró el estado de conservación en el sitio”, afirmó Luis Arturo Marquina, encargado de Obra y Conservación de San Ildefonso.

Ataviados con guantes y dos taladros, los trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se encargaron de abrir la caja en la que San Ildefonso resguardaba “Alegoría de la Construcción” y “Alegoría del Trabajo”, dos pinturas murales realizadas por Saturnino Herrán en 1910, las cuales desde hace décadas resguarda la Coordinación de Cultura del IPN.

“Tenemos alrededor de más de mil obras repartidas en las escuelas. Tenemos, como las joyas de la corona, murales de Siqueiros, dos murales de Camarena, de Federico Silva, y los Saturnino Herrán, que son una parte muy importante que se rescató del ex convento de San Lorenzo”, mencionó Lorena Cervantes, gestora cultural de Patrimonio del IPN.

Es una hazaña que pocas veces podemos apreciar, ya que se trata de obra catalogada como patrimonio nacional y que, por lo mismo, requiere un protocolo de manejo, aclimatación y embalaje.

“Traen un embalaje de tres niveles que consta de un papel especial libre de ácido y que no interactúa químicamente con los materiales. Después viene un material acolchonado para evitar que las piezas sufran daños por vibraciones durante el traslado, y por último, un embalaje con maderas tratadas con tratamientos antiinsectos y contra fuego, para darle la mayor seguridad durante el traslado”, explicó Arturo Marquina, encargado de Obra y Conservación de San Ildefonso.

Luego de revisar con lupa los lienzos y marcos, las obras volvieron a las cajas para descansar de la luz una breve temporada y luego regresar a la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología.

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