Martin Scorsese, realizador de más de medio centenar de producciones, compartió cómo se animó a contar una de vaqueros en “Los asesinos de la luna”.
“Me intrigó el título, sentí que jamás había hecho un western, siempre había sido cuidadoso con los wésterns porque de cierta manera, porque nació en 1942 y fui un gran admirador del género, pensé que con “La pandilla salvaje” había terminado todo, pero no, me sentí absolutamente nervioso con este rodaje”, dijo Martín Scorsese.
Se basó en el libro que da nombre a la película de David Grann, viajo a Oklahoma y se involucró hasta donde se le permitió.
“Quise involucrarme totalmente en sus costumbres y asistí a el otorgamiento de nombre a los bebés, funerales y en ciertos momentos tenía la idea de hacer un documental sobre la nación Osage y la población indígena”, agregó el cineasta.
Proyecto desarrollado como masa madre, incluso el papel de Leonardo DiCaprio se escribió sobre la marcha y el mismo Scorsese echo mano de su propia historia para que los diálogos tuvieran alma.
“Me acuerdo cuando mi abuela y era chiquito, corría por la casa y me dijo para y siéntate, permite que el poder de la tormenta pase, porque la tormenta es un regalo de Dios”, añadió.
Al final la firma de autógrafos y la sonrisa de haber estado con Scorsese.
En “Los asesinos de la luna” actúan además Robert de Niro y Lily Gladstone; historia que cuenta la vida compartida entre blancos y los Osage, nativos y dueños de esa tierra, que padecieron la avaricia de hombres sin escrúpulos, con aires de superioridad.