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Mímica: poesía del movimiento que pasa de generación en generación

FOTO: ARMANDO MONROY /CUARTOSCURO.COM

Aunque la actuación sin palabras ha sido parte de las artes, desde los juegos infantiles hasta los anfiteatros griegos, la pantomima alcanza fama y notoriedad mundial con el cine, que hizo de Charles Chapalin y Buster Keaton celebridades.

Pero, sin duda, la imagen que encontramos hoy día, tanto en grandes escenarios como en cada plaza y jardín, se debe a Marcel Marceau quien falleciera un 22 de septiembre del 2007.

En recuerdo a esta fecha, cada 22 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Mimo.

Dibujando mensajes en el aire, en el Parque México, un mimo define su oficio: “Pasión por expresar más allá de las palabras, por expresar con tu cuerpo, porque eso es ser mimo, el que expresa con tu cuerpo’’, afirmó Humberto Ibarra.

Dedicado a este arte, por más de 40 años, comenzó con jóvenes que hacían teatro dirigidos por Roberto Castilla y después ingresó a la compañía Frederick.

“Era un teatro sensorial era un Teatro Monumental, con formas, imágenes”, dijo Humberto Ibarra.

Teatro fundado por Frederik Vanmell, de origen belga, quien aportó al teatro sin palabras, técnicas y disciplinas, como la danza. Este creativo escénico se estableció en Ciudad de México en 1978.

“Se enamora de nuestra cultura y se queda en México. Lamentablemente muere en el sismo del 85 y yo cada año trato de recordarlo y mantener viva su escuela, su labor’’, afirmó Humberto Ibarra.

En la esquina de Bruselas y Liverpool, colonia Juárez, donde estaba el edificio que Frederick habitaba, habrá una escenificación el sábado a las 12:00 horas.

 

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