El síndrome de Estocolmo es un trastorno psicológico en el que una persona secuestrada se identifica ideológica e incluso afectivamente con su secuestrador. Se considera una estrategia de supervivencia ante una situación de extrema tensión.
Las estructuras culturales, sociales, políticas y económicas que sostienen la construcción patriarcal de la maternidad son tan eficientes que sumergen a quienes la experimentan en una suerte de síndrome de Estocolmo para asegurar la reproducción acrítica del sistema.
Bajo los relatos románticos de amor desinteresado se esconde un círculo de precarización del trabajo reproductivo.
La exposición “Maternar” Entre el síndrome de Estocolmo y los actos de producción, propone discutir estas dinámicas.
Cada proceso para convertirse en madre se vive de manera distinta.
Es una experiencia que muchas hemos sentido, donde la vida digamos se achica, se aplana, pierdes autonomía, entras en esta división de tiempo de trabajo, tiempo de cuidado. Y no es una discusión demasiado pública”, señaló Helena Chávez Mac Gregor, curadora de la exposición “Maternar”.
37 artistas internacionales cuestionan las representaciones románticas de un concepto que supera la intimidad e impacta otros ámbitos de la vida.
Lo que se pone acá en cuestión es justamente esta narrativa bajo experiencias que van desde las industrias de la fertilidad, la depresión post parto, los derechos reproductivos, el infanticidio, las quitas de custodia”, dijo Helena Chávez Mac Gregor, curadora de la exposición “Maternar”.
“Maternar” se encuentra en las salas uno y dos y en la terraza sur del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
