La Nobel de Literatura 2020 Louise Glück, que murió a los 80 años, era considerada una de las más grandes voces de la poesía estadounidense y expresó en su obra la belleza simple de la naturaleza
El fallecimiento en su casa de Cambridge, Massachusetts, fue anunciado por la prestigiosa Universidad de Yale, donde ejercía como docente.
Se hizo conocer al publicar en 1992 “The Wild Iris” (Iris salvaje), que desplegó un florido jardín y le valió un Premio Pulitzer, mucho antes de la consagración mundial del Nobel casi tres décadas después.
En una entrevista con una revista de poesía estadounidense en 2006, negó ser especialista en motivos florales: “He tenido muchas consultas sobre la horticultura, pero no soy horticultora”.
“Los poemas no perduran como objetos, sino como presencias. Cuando lees algo que merece recordarse, liberas una voz humana: devuelves al mundo un espíritu compañero. Leo poemas para escuchar esa voz. Escribo para hablar a aquellos a quienes he escuchado”, escribió Glück en el ensayo “Proofs and Theories” (Pruebas y Teorías), que obtuvo el premio PEN/Martha Albrand.
La poeta Louise Glück, premiada con el Nobel de Literatura en 2020, murió a los 80 años, confirmó este viernes la universidad de Yale, en la cual ejercía como docente.
— El Club del Arte 🎨📷📚🖼🕍🎼 (@Arteymas_) October 13, 2023
Nacida en Nueva York y considerada como una de las mayores figuras de la poesía en Estados Unidos, Gluck había… pic.twitter.com/LIGe36U0mB
Aunque dedicada a la confidencialidad que nuestra era reserva al verso libre, su poesía era muy accesible. No necesita un aparato explicativo crítico, y el inglés de Louise Glück puede leerse sin demasiada dificultad siempre que se tenga alguna noción de esta lengua.
Adepta a la simplicidad, citaba como primeras influencias de juventud a poetas conocidos por su claridad de expresión, William Butler Yeats (Premio Nobel 1923) y T.S. Eliot (Premio Nobel 1948).
Además de la naturaleza, la otra gran fuente de inspiración fue su infancia.
“Yo era una niña solitaria. Mis interacciones con el mundo como ser social eran poco naturales, forzadas, como representaciones, y yo era más feliz cuando leía. Bueno, no todo fue así de sublime, vi mucha televisión y también comí mucho”, relataba.
Su patronímico germánico proviene de sus abuelos judíos de Hungría que emigraron a Estados Unidos a principios del siglo XX. Nació en 1943 en la ciudad de Nueva York, en una familia que la animó a expresar su creatividad.