
Desde 1966, en su estreno, la cinta “Persona”, del cineasta sueco Ingmar Bergman, fue objeto de análisis al explorar temas de identidad y dualidad, con una narrativa onírica.
“La primera parte es totalmente realista, pero a partir de la segunda se vuelve más surrealista, y es un lenguaje más bergmaniano, más experimental”, comentó Agustín Meza, director de “Persona”.
Cuando la actriz Elisabet Vogler pierde el habla, Alma, una enfermera, cuida de ella y la ayuda a recuperarse, pero encuentran similitudes que las hacen reconocerse en la otra.
“Por las historias tan reales tan fuertes, que nos comparte Alma y al mismo tiempo Elizabeth, porque se reflejan ambas y terminan como siendo la misma persona”, indicó Agustín Meza.
Obra “Persona”, un homenaje al cine
La adaptación al teatro de Agustín Meza hace un homenaje al cine, con una puesta en escena que representa la filmación de la película.
“Durante el proceso estuvimos viendo muchos materiales de Bergman y de otros como David Lynch: ‘Mulholland Drive’, ‘Lost Highway’, ‘El imperio’, a fin de cuentas, Bergman influenció a una muy buena generación de cineastas y también de gente de teatro”, dijo Meza.
La obra “Persona”, de Ingmar Bergman, tiene funciones de jueves a domingo, hasta el 11 de mayo, en el Centro Cultural del Bosque.
