Las mujeres que vendían comida, hacían comida eran mujeres, ya después conforme avanzan las décadas incluso conforme fui entrevistando, sí entran los hombres, pero siempre acompañados de otras mujeres, hay un tamalero que me decía que vende solo, no vende en el pueblo, vende en el mercado de Jamaica, pero su mamá fue la que le enseñó”, dijo Susana Colín, cronista urbana.Poseedores de una memoria lacustre, los habitantes de Santa Anita, cambiaron la elaboración de tamales y eso modificó su cultura alimentaria. “Una ya puede encontrar por ejemplo, tamales fritos, son hechos especialmente para ser fritos, no es una tradición muy antigua, también hay de hongos, mermelada de guayaba, se adaptan y es una forma de mantener la tradición”, añadió Susana Colín. Esta y otras conversaciones, en la página Contigo en la Distancia: https://contigoenladistancia.cultura.gob.mx/
DGCPIU organiza conversaciones virtuales por Día de la Candelaria
El Día de la Candelaria arranca el ciclo agrícola y la tamaliza…
Y dado que no habrá la tradicional Feria del Tamal, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas organizó conversaciones como “¡El que nace para tamal!”, sesión que nos llevó al pueblo de Santa Anita, donde los hombres le han entrado al quite.