Cultura

Orquesta Sinfónica Nacional hermanó al público con el Himno a la alegría

Agrupaciones del Inbal rindieron homenaje póstumo al compositor Javier Álvarez e hicieron un llamado a la solidaridad con los afectados por el huracán “Otis”.

El viernes por la noche, en la Sala Principal del majestuoso Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) brindó una presentación que resonará en los corazones de los asistentes. Este concierto, más allá de la música, se convirtió en un evento nostálgico, emotivo y festivo, cargado también de solidaridad.

Hubo múltiples motivos que engalanaron la velada. En primer lugar, se rindió homenaje póstumo al compositor mexicano Javier Álvarez (1956 – 2023), quien dejó un legado musical invaluable. Además, se interpretó el Himno a la Alegría, una composición universalmente relevante.

También se expresó la solidaridad de la comunidad artística con los afectados en Acapulco por el huracán Otis. Y para coronar la ocasión, se celebró el cumpleaños del director artístico de la OSN y el aniversario de la propia orquesta.

El programa fue una delicia para los amantes de la música. En la primera parte, se destacó el concierto para fagot y orquesta “Ceiba de Luz y Sombra” de Javier Álvarez. La solista invitada, Wendy Holdaway, fagotista principal de la OSN, ofreció una interpretación conmovedora de esta obra escrita especialmente para ella por Álvarez. Esta pieza es un testimonio de la sensibilidad y genio del compositor.

La segunda parte del concierto llevó al público a través de la majestuosa Sinfonía núm. 9 en Re menor, Op. 125, Coral, de Ludwig van Beethoven. Para esta interpretación, se unieron al escenario un coro compuesto por cerca de un centenar de voces, dirigidas por Rodrigo Elorduy y Carlos Aransay. Las voces solistas de Lucia Salas, Frida Portilla, Álvaro Alzaldo y Jehú Sánchez añadieron una dimensión conmovedora a la experiencia.

El punto culminante de la noche llegó con el cuarto movimiento, que incluye el famoso Himno a la Alegría, basado en un texto de Friedrich Schiller. Este momento no solo fue musicalmente impactante, sino que también conmovió al público, provocando sollozos y una ovación ensordecedora.

El concierto concluyó con un gesto sorpresa: la interpretación de “Las Mañanitas” en honor al director de la orquesta, Ludwig Carrasco, y a la OSN, que celebra su 95 aniversario este año.

Este evento fue una celebración de la música, la solidaridad y el arte en su máxima expresión, dejando una huella imborrable en los corazones de los asistentes.

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