El músico Pablo Chemor, especialista en composición con más de 20 años de trayectoria, enfrentó el desafío de musicalizar una de las obras más importantes de la literatura mexicana: “Pedro Páramo”.
“Al principio da miedo como enfrentarse al titán, luego da miedo el qué dirán, qué van a pensar de que estemos masacrando este texto sagrado, pero luego, la verdad, se volvió muy divertido y muy entrañable”, dijo Pablo Chemor.
“Comala, Comala”, pieza de teatro musical que, por su naturaleza, podría causar escepticismo entre los lectores de Juan Rulfo.
“Creo que muchas personas como yo (me pasó en algún momento), como que la palabra “musical” puede sonar raro, sacrílego, incluso. Imaginarse “Pedro Páramo” en el formato de “el fantasma de la ópera” es risible, pero no es eso lo que hicimos. Esto es como una tertulia con música, van a estar en un espacio muy íntimo donde se visitan momentos y sensaciones de la novela”, agregó Chemor.
Así suena “Pedro Páramo”.
“A mí (tal vez es muy abstracto), pero hay un pasaje del libro donde menciona las hojas secas. Y es una imagen muy bonita, porque los personajes se preguntan si el pueblo está muerto y no hay árboles, de dónde vienen estas hojas secas. Es como un reinicio de algo que una vez estuvo vivo”, puntualizó Chemor.
“Comala, Comala” con funciones hasta este sábado en LagoAlgo, en el Bosque de Chapultepec. boletos disponibles en línea.