Artesanos pasteleros y panaderías se preparan para la celebración de la tradicional Rosca de Reyes, desechando los temores de que la pandemia y el confinamiento afecten sus ventas, ni la añeja tradición que reúne a las familias mexicanas para convivir y compartir.
Pues primeramente Dios que salga algo, porque si bajó mucho el trabajo por la situación que estamos pasando ahorita”, expresó el maestro panadero Valentín García García.
Como cada año, la elaboración de roscas inició desde el 27 de diciembre, para conservar la tradición que se remite a cerca de 2 mil años, cuando el rey Herodes trató de evitar el nacimiento del niño Jesús.
Para el maestro Valentín, con más de 17 años elaborando roscas en la pastelería La Miniatura de la Colonia Doctores, es todo un arte prepararla y adornarla con los ingredientes tradicionales: harina, azúcar, huevos, mantequilla, acitrón, higo, piña, naranja y cerezas en almíbar, que encima de la rosca, representan las joyas en las coronas de los Reyes Magos.
En estas fechas se preparan entre 3 y 5 tamaños de rosca, y de acuerdo a su peso en gramos, son elaboradas con dos, tres y hasta seis niños ocultos en su interior, para continuar con esta tradición, que viene de generación en generación.
Estas roscas las elaboramos desde 1937. Este negocio lo empezó mi abuela María de Jesús Martínez; tenemos actualmente 84 años elaborando Rosca de Reyes y todas las variedades de pan huasteco”, dijo por su parte Antonio Mayol Gutiérrez, maestro panadero.
Así, si usted quiere preservar esta tradición en familia, pero sin relajar las medidas sanitarias contra la pandemia, acuda a comprar su Rosca de Reyes para compartirla sólo en familia; y si le toca el niño, prepárese para poner los tamales el próximo 2 de febrero, Día de la Candelaria.