Este 21 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna y personas de diferentes comunidades de nuestro país se lanzaron al rescate de ellas para evitar su desaparición.
Cuatro mujeres, hablantes de las lenguas Ralámuli, Guarijío, Yoreme y Cucapá, expusieron en una mesa de diálogo, las causas de la desaparición de lenguas originarias y virtieron argumentos para preservarlas.
Si estamos hablando de que los idiomas no son sólo sistemas sino personas, esas personas tendrán sus motivos. y para evitar esta parte de desaparición de los idiomas, hay que trabajar cuáles son esas presiones que tienen los hablantes para no transmitir su idioma. puede ser la cuestión educativa, puede ser la cuestión del lugar en donde estén, o si se movieron, o si es desplazamiento forzado’’, afirmó el hablante de Ralámuli, Flor Esther Morales Moreno.
Desde su experiencia como tallerista, Francisca Santaneño, los juegos didácticos permitieron a niñas y niños profundizar el conocimiento sobre sus lenguas maternas.
“Los niños sí les gustaron hacer todo eso. jugaron con papelitos y todo, y les gustaron y los dibujaron, los pintaron’’, aseguró la tallerista y hablante de guajiro, Francisca Santaneño.
Afirman que las acciones para preservar las lenguas deben ser transversales entre instituciones.
Sabemos que en casa es donde la hablamos, ya en una dependencia o en algún lugar, en la escuela o en el seguro, en una clínica no podemos usar el yorem nokki porque pues el doctor no va a saber, no nos va a atender, no nos va a entender si nosotros le hablamos’’, aseguró Ana Carolina Gualizapa Cortez, hablante de Yoreme.
Desde 1999, la UNESCO declaró que cada 21 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, para fomentar la educación multilingüe y la inclusión.