Representantes del Colectivo de Acciones Diversas (CADI) junto con activistas presentaron un expediente técnico ante la Secretaría de Cultura de Ciudad de México para solicitar que la Marcha del Orgullo LGBTIQA+ sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la capital.

La Secretaría de Cultura capitalina enviará este expediente ante la Comisión Interinstitucional de Patrimonio Cultural y el Consejo Social Consultivo, quienes emitirán su análisis.
“Este expediente no es sólo una solicitud de declaratoria, sino que nos compromete a buscar la más amplia representatividad de la comunidad en este esfuerzo por reconocer la dignidad, la memoria y la lucha de este sector fundamental de nuestra sociedad”, expresó Mariana Gómez Godoy, directora general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura capitalina.
El expediente, de acuerdo con la Secretaría de Cultura, fue presentado en cumplimiento a lo establecido en los artículos 54, 55 y 56 de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de Ciudad de México, normativa que abre la puerta a la protección institucional de expresiones culturales vivas y socialmente significativas.
¿Qué contempla el Plan de Salvaguardia?
Asimismo, los colectivos presentaron el proyecto de Plan de Salvaguardia que contempla acciones para preservar la materialidad de la Marcha del Orgullo LGBTIQA+ que incluye el recorrido, la fecha y los símbolos que la caracterizan. Entre las líneas de acción propuestas destacan:
- Creación de espacios de memoria y archivo comunitario relacionados con la marcha
- Procesos participativos y transparentes de financiamiento
- Estrategias de comunicación pública con enfoque de derechos
- Defensa del carácter autónomo y autogestivo de la organización
- Programas educativos que aborden la historia de la diversidad sexual en México
¿Cómo inicio la Marcha del Orgullo?
La Marcha del Orgullo LGBTIQA+ tiene su origen en las protestas de Stonewall en Nueva York suscitadas en 1969 tras los ataques a un bar de la comunidad LGBTIQA+.
Esta marcha se lleva a cabo desde 1979 en Ciudad de México y representa una forma de memoria colectiva, una estrategia de sobrevivencia y una intervención estética y política del espacio público.