Hojas se esparcen sobre el escenario en un suave aleteo. Los nervios a flor de piel. Las prisas comen y aunque el proceso ha durado un año, para la grupa 4.4 de la Escuela Nacional de Arte Teatral este es el día uno. Es día de estreno y su prueba de titulación.
El Teatro Salvador Novo está por cimbrarse mientras su escenario muta en escuela en ruinas.
Me empecé a enfrentar con que el espacio tiene que estar prácticamente vacío, no puede haber muchas cosas para que no entorpezcan el tránsito y las acciones de las actrices y de los actores en escena. Me enfoqué en la maquinaria teatral, con algunos elementos que iban a estar ocupando como son las escaleras como las que están aquí al fondo, unos pupitres escolares, sillas, libros porque al final estamos dinamitando la escuela’’, aseguró el diseñador de escenografía, Hugo Killis.
Materiales tan básicos se ensamblan en la obra para recrear ambientes y construir metáforas que cuestionan el concepto de escuela, edificado sobre viejos valores y violencias pedagógicas.
Las actuaciones exponen heridas invisibles que nunca sanan.
“Junté Ofelia con “La Europa de la Mujer” de Heiner Müller y además con mis heridas, y junté una dramaturgia personal junto con la de Talia Yale, y así es como llegué a este collage medio extraño, pero muy hermoso lleno de herida, dolor, pero también de mucha ternura’’, aseguró la actriz, Emma Malacara.
Cada prenda es fiel a la personalidad y mensaje de su portador.
“Surge de ellas y de un mensaje que las actrices quieren dar. Fue trabajar como muy de la mano con ellas para saber con qué se sienten cómodas, para representarlas a ellas’’, afirmó la diseñadora de vestuario, Melissa Martínez.
“Si ellas exploran algo a nivel actoral, nosotras exploramos a nivel vestuario, plástico, visual’’, consideró la diseñadora de vestuario, Andrea Arrieta.
Desde el juego de luces refleja un sentir común.
Yo me basé mucho tanto en mis emociones como en las de los actores al momento de estar en el escenario; lo que intenté recrear a través de luz lo que los actores estarán expresando en ese momento sobre el escenario’’, afirmó la diseñadora de iluminación, Ana Luisa Gama.
Reforzada con proyecciones, danza y máscaras, la obra “Tropel de mariposas” articula una denuncia ante una situación que viven miles de estudiantes de teatro.
La puesta en escena “Un tropel de mariposas dinamita el cielo” se presentará de miércoles a domingo, hasta el 18 de septiembre, en el Teatro Salvador Novo, Centro Nacional de las Artes, con entrada gratuita.
La Temporada Académica de las licenciaturas de Actuación y Escenografía de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) se ha convertido en una plataforma para que los y las alumnas experimenten otros estilos, lenguajes, historias y propuestas dentro del teatro y se pongan en contacto con los diversos públicos, con el propósito de lograr esa conexión vital dentro del quehacer teatral.