Cultura

¿Quién inventó los refranes?

Su rasgo esencial es que anden “de boca en boca”, ser transmitidos generacionalmente y aprendidos cuando se está adquiriendo el idioma, en el caso del nuestro, el español. Así lo ha dejado claro el académico Herón Pérez Martínez, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Academia Mexicana de la Lengua en su libro Refranero mexicano.

Todos sabemos decir refranes. Los hemos ido adquiriendo a través del tiempo. Nos los han contado nuestros abuelos, nuestros amigos y familiares que no precisamente pertenecen al árbol genealógico ascendente. Todo mundo es apto para transmitirlos.

Por ello, Pérez Martínez ha llegado a la conclusión de que un refrán tiene un rango muy especial dentro de nuestra cultura. Este rango radica en entender que los hablantes de una cultura determinada –en nuestro caso la mexicana–, acepten el texto, la frase o idea como algo casi filosófico; y ése será el valor por el que ha de ser aceptado por “todo mundo”. Por eso su sentido debe entenderse más allá de lo literal.

A partir de este concepto, podría caber la pregunta: ¿tienen ‘vida’ los refranes? La pregunta es prácticamente “no”. Aunque el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua refiere que para que un refrán “muera” tendrá que dejar de decirse, más bien habría que precisar que, aunque caiga en desuso, seguirán existiendo; simplemente habrá perdido vigencia, pero no vida.

Lo que sí establece Herón Pérez Martínez es que, aunque la noción del refrán es casi filosófica, no podría denominárseles expresiones de una sabiduría o filosofía popular. Más bien son expresiones cuyo origen está en representar las verdades del hablar cotidiano, sus puntos de acuerdo culturales, en que un pueblo determinado establece su argumentar cotidiano cuando habla, cuando defiende sus puntos de vista y, en general, cuando alega.

Pérez Martínez nos recuerda que la tradición de los refranes inició en España, durante la segunda mitad del siglo XIV con el rabí Sem Tob y sus Proverbios morales, seguida de los Refranes que dicen las viejas tras el fuego del marqués de Santillana. Según el doctor en Letras, su Refranero mexicano, editado por el Fondo de Cultura Económica, en su obra presenta los refranes acuñados en México y nacidos del sentir e idiosincrasia de los habitantes del país, así como refranes que provienen de otras culturas, pero que hoy forman parte de la nuestra. 

10 refranes poco conocidos, pero muy entendibles

  1. De morir yo y mi abuela, que muera mi abuela
  2. No hay que revolver el agua hasta que se enturbie
  3. No se puede chiflar y beber agua
  4. Cuando la burra es mañosa, aunque la carguen de santos
  5. Para poco ganar, vale más vagar
  6. La lengua y los caballos son fáciles de mover
  7. Todos nacemos llorando y nadie se muere riendo
  8. El pobre se estira hasta donde la cobija le alcanza
  9. Vale más tortilla con amor que gallina con dolor
  10. Quien compra yegua, quiere potranca

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