Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como “Quino”, cumple este 30 de septiembre dos años de haber fallecido; sin embargo, sus reflexiones sobre la sociedad a través de Mafalda, siguen siendo recordadas por sus fieles lectores.
“Quino” falleció el 30 de septiembre de 2020, a los 88 años, justo un día después de que Mafalda cumpliera 56 años de haberse estrenado en una publicación.
Mafalda es una niña argentina, como su papá, que todo el tiempo reflexionaba sobre las situaciones que ocurrían en el mundo, incluso, en muchas ocasiones mostraba su preocupación por mejorarlo.
Pero aunque Mafalda tiene muchas frases famosas, hay una que es atribuida a ella, sin embargo, Quino reveló en alguna ocasión que definitivamente es algo que su hija nunca hubiera dicho.
Se trata de la famosa frase “Paren al mundo que me quiero bajar”. En una entrevista realizada por la estación de radio W en Colombia, Quino aseguró que eso nunca lo hubiera dicho Mafalda, pues “ella quiere que el mundo mejore. Entonces jamás se le pudiera haber ocurrido eso”.
Pero tiene muchas tiras famosas, por ejemplo aquella en la que Mafalda aparece con su osito de peluche y un globo terráqueo, en dónde la niña le pregunta a su osito: “¿Sabes por qué es lindo este mundo?” Y al mismo tiempo le contesta: “Porque es una maqueta, ¡El original es un desastre!”.
Una de las esculturas más famosas de Mafalda, aquella en dónde aparece sentada en una banca de jardín, se encuentra justo en la intersección de las calles Defensa y Chile en el barrio de San Telmo en Buenos Aires. Y fue el 29 de septiembre del 2014 cuando a manera de homenaje por sus 50 años, se colocó a Manolito y Susanita, sus mejores amigos, flanqueando a la hija de “Quino”.
Mafalda se hizo tan famosa a lo largo de las décadas, que no sólo es conocida en Argentina sino en toda América Latina, España, Francia y diversas partes del mundo, incluído México en dónde existen incluso muchos negocios de distintos giros que llevan el nombre de Mafalda.
Por ejemplo, en Avenida Hidalgo 2 en Coyoacán hay un restaurante en dónde la gente puede tomarse fotos con una escultura de la niña, pero existen papelerías, jardines de niños y hasta tlapalerías que le hacen homenaje a esta niña.
Alguna vez “Quino” confesó que “el día que publiqué mi primera página (recordando su debut en el semanario Esto de Buenos Aires) pasé el momento más feliz de mi vida”. Ello ocurrió en el año de 1954.