En el marco del Festival Artístico Inclusivo de Querétaro, una de las salas del Museo de Arte se transformó en un restaurante para llevar a cabo una “Cena a Ciegas“.
Durante este evento, los comensales disfrutaron de la vista del claustro del museo, mientras un grupo de personas ciegas y con baja visión memorizaban el espacio con mesas para desplazarse con seguridad.
La experiencia buscó sensibilizar a los asistentes normovisuales, colocándolos en los zapatos de personas con baja visión.
Carolina Olvera, masoterapeuta con baja visión, compartió su experiencia: “Yo soy de baja visión desde que nací, tengo atrofia del nervio óptico, es una situación que va degenerándose poco a poco el nervio…”.
La masoterapeuta se unió al proyecto con la intención de expandir sus horizontes y demostrar que las personas con discapacidad no son desapercibidas.
José Miguel, guitarrista ciego originario de Puebla, fue el encargado de sonorizar el momento. Él destacó que la música es una herramienta de trabajo y una fuente de ingresos.
La cena fue una experiencia de sensibilidad, aguzando el oído, percibiendo sabores, ubicando cubiertos y evitando accidentes.
Alejandra, una mesera ciega, compartió al final de la cena su experiencia: “Una discapacidad no es una limitación, es un modo de vida diferente y tenemos una vida plena y completa como todos ustedes“.
Esta actividad formó parte de las actividades del Festival Artístico Inclusivo en Querétaro, que concluirá el 27 de enero.