“Flechadores de pájaros” es la traducción de la palabra náhuatl “otomí“, una de las 68 lenguas indígenas de México, misma que hoy tiene más de 290 mil hablantes en el altiplano central, según el Sistema de Información Cultural.
Para preservar e incentivar la lengua, este año se realizó el Segundo Encuentro Nacional Otomí.
“Este tipo de evento es necesario como un acto de rebelión, como un acto de decir estamos aquí presentes, mostrarnos al mundo y compartir con nosotros nuestra riqueza cultural, gastronómica, artesanal, de lengua, y nuestra música”, indicó Renato Sánchez, presidente municipal de Ixtenco, Tlaxcala.
Al igual que otros grupos indígenas, los otomíes, o ñähñu, no ocupan un territorio continuo, sino que se encuentran dispersos en varios estados de la República Mexicana, principalmente en:
- Estado de México
- Querétaro
- Hidalgo
- Puebla
- Veracruz
En Tlaxcala se localiza el pueblo otomí de Ixtenco y en Guanajuato existen pueblos de origen otomí en los que su lengua casi ha desaparecido; Ciudad de México registra también hablantes de otomí, debido a la migración.
Con el objetivo de mostrar la trascendencia de una cultura que ha resistido a la desaparición y la represión, Ixtenco es la sede del Segundo Encuentro Nacional Otomí
“¿Por qué ha preservado la cultura otomí, la cultura la yuhmu? Tantas cosas, quinientos y tantos años han pasado, ¿por qué sigue preservándose la lengua? Porque hemos sido, y si hubiésemos sido más aguerridos, más perseverantes, un poco más rebeldes, porque eso es lo que debemos hacer: más rebeldía”, aseguró Micaela Cristóbal, hablante de lengua otomí.
Ixtenco, “Tierra de maíz colorido”, fue cuna del pueblo otomí, antes de que éste migrara a otras regiones.
“Nuestros abuelos construyen Cholula, la pirámide; construyen Cacaxtla, el Tepozteco; ellos fueron los primeros habitantes de Tlaxcala” señaló Agustín Ranchero, hablante de lengua otomí.
El Segundo Encuentro Nacional Otomí concluye este domingo en Ixtenco, Tlaxcala, con diversas actividades abiertas al público.