Jóvenes integrantes del Semillero creativo de Danza urbana en Empalme, Sonora, perteneciente al programa de Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura convocaron a su comunidad a la “Procesión del Silencio”, en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+.
Este evento, el primero en su tipo, sienta un precedente en torno a la promoción de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el espacio público y una libre manifestación del pensamiento ya que en esa ciudad el tema de la diversidad sexual aún es un estigma.
Las y los jóvenes del Semillero, de entre 11 y 27 años de edad, acompañados por sus docentes, Yarazeth Pérez y Estefany Torres, se reunieron alrededor de las 16:50 horas para iniciar el recorrido en Avenida Las Américas, zona caracterizada por los altos índices de violencia.
Así, como parte de la “Procesión del Silencio”, el grupo creativo, junto a la drag queen Karly Green, caminó hasta llegar al Ángel de la Independencia, entre miradas que iban del rechazo a la admiración por parte de las y los transeúntes, mientras mostraban consignas escritas en su cuerpo como “Exijo respeto”.
“El día de hoy realizamos un evento realmente importante para muchos de nosotros. Hicimos una procesión en silencio en la cual al no hablar e ir de negro fue la manera de representar el luto que hay por el nulo respeto hacia las disidencias sexuales”, señaló Karmina, de 17 años e integrante del Semillero
Las reflexiones en torno al largo camino que falta para que los derechos de la población de las diversidades sexuales sean respetados también se hicieron presentes en un micrófono abierto a todo el público. Al final del recorrido se realizaron actividades de danza urbana y performance que permitieron cerrar con una celebración.
Cabe recordar que los Semilleros creativos son grupos de formación artística gratuita con enfoque comunitario para niñas, niños y jóvenes, donde a partir de su riqueza cultural se fomenta la de paz en espacios seguros en los que se desarrolla su pensamiento crítico, además, se promueve su participación en la vida artística y su posicionamiento como agentes culturales.
Esta iniciativa social fue parte de la Huella comunitaria del Semillero, es decir, una intervención cultural donde las y los participantes reflejan sus temas de interés y preocupaciones en espacios públicos, lo que contribuye a incidir positivamente en los entornos donde se encuentran.