En la
Semana del Arte en Ciudad de México las exposiciones llegaron a cada rincón de la urbe. El Edificio Dondé, ubicado en Bucareli 68, fue la sede que el artista visual Arturo Sierra utilizó para presentar su muestra “Desde el Reflejo”.
La exposición es una selección de
varias piezas de pintura, dibujo y video que invitan a reflexionar sobre la idea de cómo los datos que generamos en el mundo digital tienen una implicación política y económica, pero habría que partir de cómo estos datos que generamos desde lo digital hacen una arquitectura en nuestra vida.
De acuerdo con el autor de la obra, “Desde el Reflejo” tiene como eje pensar en la superficie de la pantalla como un gran espejo. “Todo el tiempo es un espejo sofisticado que no te deja ver más allá de tu propio reflejo o algoritmo. Esto es la muestra de los pilares de las grandes empresas en el mundo digital, Google, Meta Microsoft y Tik-Tok”.
“Pensar que uno tiene que parecerse a un estereotipo de persona y opinar como dice tu algoritmo que debes de opinar, es algo totalmente despersonalizado, pero que puede saber todo de ti, es algo que te escucha, te ve, y te soluciona el consumo. Pensar que uno tiene que parecerse a un estereotipo de persona, u opinar como dice tu algoritmo que debes de opinar, es algo totalmente personalizado que puede saber todo de ti, es algo que te escucha, te ve, y te soluciona el consumo”, explicó Arturo Sierra.
Las piezas de arte tienen detalles color neón que junto con unos lentes, que te ofrecen en el recorrido, crean una sensación de tercera dimensión, como si lo plano tocara la realidad.
Cada cuarto genera reflexiones sobre muchas de las problemáticas en el espacio público y privado, que van desde situaciones climáticas vinculadas al calentamiento global a causa de la sobreexplotación de los recursos naturales, hasta las políticas de consumo y enajenación de las múltiples plataformas digitales, con las que contamos hoy en día.
Sus piezas son aproximaciones con un
lenguaje arquitectónico, incluso, la propia instalación está en un edificio que aún está en construcción, pero fue utilizado por el artista para mostrar la intimidad que uno tiene con su teléfono y el mundo digital, tal como nos comparte:
“Pensamos en cómo estos datos digitales rebasan el nivel de la incidencia en nuestra realidad, porque lo digital también es real y esa sentencia es la sensación de la obra, a veces lo virtual puede ser más real que este propio mundo, pero que no haya regulaciones claras de lo que se hace con estos datos. Es un vacío legal que permite muchas barbaridades de las diferentes empresas”.
El costo por el consumo de las herramientas digitales, aunque no tienen que ver con el capital del usuario, sí tiene que ver con el consumo de las personas. Es decir que, aunque el servicio es gratuito tienen un precio.
“Yo siempre he dicho que
si algo es gratis es porque tú eres el producto. En este pensamiento sabemos que cuando algo es gratis para el bolsillo tiene otro tipo de cobro. En este caso el punto está en los datos de cada algoritmo,
poder conocer toda la información del usuario para decirle qué comprar, o por dónde conducir o qué opinar. Ese es el verdadero costo”,
concluyó Arturo Sierra, durante el recorrido que ofreció a Once Noticias, en su intervención artística. 
La exposición es una selección de varias piezas de pintura, dibujo y video que invitan a reflexionar sobre la idea de cómo los datos que generamos en el mundo digital tienen una implicación política y económica, pero habría que partir de cómo estos datos que generamos desde lo digital hacen una arquitectura en nuestra vida.
De acuerdo con el autor de la obra, “Desde el Reflejo” tiene como eje pensar en la superficie de la pantalla como un gran espejo. “Todo el tiempo es un espejo sofisticado que no te deja ver más allá de tu propio reflejo o algoritmo. Esto es la muestra de los pilares de las grandes empresas en el mundo digital, Google, Meta Microsoft y Tik-Tok”.
Cada cuarto genera reflexiones sobre muchas de las problemáticas en el espacio público y privado, que van desde situaciones climáticas vinculadas al calentamiento global a causa de la sobreexplotación de los recursos naturales, hasta las políticas de consumo y enajenación de las múltiples plataformas digitales, con las que contamos hoy en día.
Sus piezas son aproximaciones con un lenguaje arquitectónico, incluso, la propia instalación está en un edificio que aún está en construcción, pero fue utilizado por el artista para mostrar la intimidad que uno tiene con su teléfono y el mundo digital, tal como nos comparte: