Uno de los temas que obsesionó al cineasta Ingmar Bergman, en su producción fílmica, fueron las relaciones familiares. En distintas películas, libros y obras de teatro reflejó esta búsqueda.
“Sonata de otoño” no es la excepción, la historia refleja el conflictivo vínculo entre una madre y su hija.
“Lo que vamos a ver básicamente es el momento de una confrontación muy fuerte a partir de este reencuentro entre madre e hija, que tiene mucho que ver con los procesos de duelo. Surge ese momento de rabia, de ira, de impotencia, de enojo, y qué es lo que va a pasar en la relación entre Eva y Charlotte, que es su madre”,
dijo Esteban Montes, director de la obra.
Montar “Sonata de otoño” tiene que ver con la necesidad de explorar lo que ocurre con los traumas de infancia y las heridas que muchas veces se mantienen en lo profundo y surgen con el paso de los años.
Esteban Montes expresó que damos por hecho que los niños son resilientes, que aguantan lo que sea, y que es un problema grave, porque básicamente sí aguantan lo que sea, pero el asunto es el costo de ese aguantar lo que sea.
“Y ese costo en el adulto se convierte en una violencia terrible, una violencia que en este momento me parece que estamos padeciendo como sociedad, y no nos hemos preguntado acerca de las causas”,
añadió.
“Sonata de otoño”, dirigida por Esteban Montes, tiene funciones los lunes hasta el 28 de julio, en el Foro Shakespeare.