Por una noche el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris se transformó en el escenario del 2o concurso de Lyp Sync “Esperanza Drag”, cómo parte del ciclo entre lenchas, vestidas y musculocas.
Previo a la cita, las, los y les concursantes drags en camerinos pasaron por el proceso de maquillaje.
“Me di cuenta de que estaba sumamente feliz con ese alter ego, porque me permitía hacer cosas que Alexis no iba a hacer, pero Alexa, simplemente era ella, era otra persona que salía cuando traía 10 kilos de maquillaje y un vestuario brillante”, dijo Alexis Niño.
“Entrar en el personaje Drag para mí es como un escudo y puedo expresarme como siempre quise, con la libertad que siempre quise y de niño no podía ser por el qué dirán o por mi timidez”, señaló la Drag Chantal Olsen.
“Ir en transporte público y que te pidan fotos las señoras en el metro, las señoras se te queden viendo, ves que incluso puedes generar un cambio, tal vez pequeño, pero si un Niño tiene la duda y los papás tienen la libertad de explicarle que es un tipo de arte, está muy increíble”, puntualizó el artista Ulises Mapejo.
El drag, arte surgido del travestismo escénico, el cabaret y la carpa, que poco a poco ha ganado terreno, pero aún no se percibe totalmente como actividad artística.
“Algo está pasando también, son nuevas culturas urbanas, son nuevas cosas que deben voltear a ver, qué exigimos derechos, ya que también pagamos impuestos “queridas”, entonces tenemos derechos”, Roberto Cabral, Drag.
Entre las drags queen participa Astra Lem, artista trans para quien el camino no ha sido fácil.
“Como mujer trans, una lidia con violencias allá afuera, estando fuera de drag y a veces estando en drag y con la misma comunidad estas violencias se replican, entonces al encontrar amistades, compañeras, hermanas drag y que también son trans y construimos este ejercicio colectivo artístico, me hace sentir más plena y segura”, artista trans, Astra Lem.
Después de un par de horas, todas, todos estuvieron para la foto y para continuar la lucha por sus derechos.