Nacional

La Intersexualidad en México, un concepto invisibilizado

Según las Naciones Unidas la intersexualidad se define como aquellas personas que nacen con caracteres sexuales (genitales, patrones cromosómicos o las gónadas) que no corresponden a las típicas nociones binarias sobre los cuerpos masculinos o femeninos. En algunos casos, los rasgos intersexuales son visibles al nacer, mientras que en otros casos se manifiestan hasta la pubertad. Algunas variaciones cromosómicas pueden no ser visibles físicamente.

 

“Según expertos, entre 0.05% y 1.7% de la población nace con rasgos intersexuales; el porcentaje que representa el umbral superior es similar al número de personas pelirrojas. Al menos 3 millones de seres humanos nacen con rasgos intersexuales, pero la cifra se elevaría hasta los 110 millones de personas intersexuales en el mundo”.

 

En México, se calcula un rango de entre al menos 55 mil y hasta 1,870,000 personas intersexuales; sin embargo, las cifras se basan en datos pasados que no han sido actualizados. Además, al no reconocer esta identidad política –debido que las personas suelen no identificarse como tales–, el concepto suele ser invisibilizado. Asimismo, es reciente su incorporación a las siglas LGBTTIQ+, con la ‘I’, por lo que también es reciente su reconocimiento en el movimiento.

 

Para Eduardo Akira esa situación ha sido muy complicada, porque prevalece la idea de una sociedad binaria. En conversación con Once Noticias dijo que él no conoce a ninguna persona que sea intersexual, pese a que se ha acercado a diversas organizaciones. Enfatizó que “el tema ha sido invisibilizado en nuestro país y, además, suele confundirse con lo trans, pero es distinto porque ahí transicionas de un género a otro. Es complicado”.

 

Cuando descubrió que era intersexual, dijo que fue en la Clínica Condesa. Ahí le realizaron pruebas, ultrasonidos, que apuntaron que sus órganos eran distintos, era intersexual.

 

Sin embargo, el camino no ha sido fácil porque se ha enfrentado a diversos procesos:

 

No sólo tuve que enfrentar un proceso hormonal, sino también legal, porque fui registrado con un nombre femenino, pero crecí y mi cuerpo cambió y ahora me identifico como hombre. Tuve que enfrentarme a un proceso legal, para cambio de nombre”.

 

Eduardo Akira compartió que no se ha visto exento de sufrir discriminación: “una vez fui a pedir empleo, a una empresa de seguros, y ya lo había conseguido, pero una persona salió a hablar conmigo y me dijo que no me podían contratar, porque lo que veían no iba acorde a mi nombre. Me dijeron que había problemas con mi nombre, que debía cambiarlo o que debía cambiar mi forma de vestirme acorde a él, por eso no podían contratarme”.

 

En ese momento aún no se había aprobado la Ley de Identidad de Género, por lo que no pudo hacer más que continuar la búsqueda de otro empleo. En 2015, cuando se aprobó dicha ley en Ciudad de México, Eduardo inició su proceso legal:

 

Hice mi cambio de nombre. Investigué y fui a realizar los trámites burocráticos, sólo pagué lo del acta, luego fui a Conapo, para lo de mi Curp y luego hice los cambios de los certificados de estudios [de Educación Básica hasta educación Media Superior]”.

 

Eduardo enfatizó que hay una diferencia entre el hermafroditismo y la intersexualidad.

 

Antes se les llamaba hermafroditas, pero son cosas distintas. La intersexualidad hace referencia a los seres humanos y se refiere a las características sexuales simultáneas. El hermafroditismo hace referencia a los órganos reproductivos, para especies de plantas y animales. Es una confusión que persiste”, dijo.

 

 

Además, Eduardo compartió que él conoce a personas trans pero, no ha logrado contactar con personas intersexuales en el país. “Si existe el contigente trans ¿dónde está el contingente intersexual? No somos visibles y tampoco nos manifestamos,” denunció.

 

 

 

Tratamientos e intervenciones quirúrgicas

 

 

Señaló a Once Noticias que un tema muy importante del que tampoco se habla son los tratamientos e intervenciones quirúrgicas. Al respecto dijo que hay una regla que mide los genitales basado en criterios binarios:

 

Si el clítoris mide más de 2.5 cm se considera que es varón y si mide menos se considera mujer, eso está mal, porque continúa basándose en lo binario. Se operan a muchos bebés en donde se hacen mutilaciones genitales y eso los pone en riesgos. El cuerpo cambia hasta la adolescencia. Las decisiones son individuales y cada una puede elegir su identidad de género”, denunció. 

 

Su trabajo actual en una asociación civil le ha permitido dictar conferencias y tener un canal de YouTube para visibilizar el tema; sin embargo, consideró que aún falta mucho para que la intersexualidad sea un tema de agenda de género, para reconocer y respetar a las personas intersex: “el tema debe hablarse desde la educación básica, ese sería un reto para el Estado, porque los matices no somos reconocidos, sólo existe el blanco o el negro y los demás somos ignorados,” concluyó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button