La comunidad artística ha sido relegada a vivir en condiciones adversas y desiguales en la última década, a pesar de sus contribuciones en la cohesión social y entretenimiento, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La Unesco señaló en su reporte “Re-Pensar las políticas para la creatividad”, que a pesar de la innegable contribución de estos sectores a la economía, la inversión pública en cultura y creatividad es desigual entre las regiones y ha disminuido en la última década.
Advirtió que la perturbación económica causada por la pandemia de COVID-19, junto con su efecto sobre el empleo cultural, suscita graves preocupaciones, como el riesgo de una pérdida de talentos.
Este informe mundial expresa la urgencia de mitigar las vulnerabilidades del sector cultural, expuestas y agravadas por la crisis derivada de la pandemia, pero también la necesidad de aprovechar la fortaleza y el lugar excepcional del sector para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por el mundo para el año 2030.
El reporte de la Unesco afirma que para poder reconstruir mejor, es imprescindible crear unas condiciones económicas y sociales decentes para el desarrollo profesional en las carreras culturales y creativas.
El informe señala que apoyar sistemas sostenibles de gobernanza de la cultura es el primer objetivo del Marco de Seguimiento de la Convención, que hace hincapié en la necesidad de contar con marcos normativos, políticas, infraestructuras y capacidades que apoyen y estructuren los sectores culturales.
“Las políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, así como la eficacia, la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones culturales; la capacidad de respuesta, la inclusión y el nivel de participación y representación en la toma de decisiones en el ecosistema cultural; y el acceso público a la información y la eficacia de las alianzas entre los sectores público y privado y la sociedad civil”, señala el informe.
La Unesco afirma que las alianzas con la sociedad civil son fundamentales para alcanzar los objetivos y se debe modificar el entorno operativo de las organizaciones de la sociedad civil en los sectores culturales y creativos para evaluar y poner de relieve la importancia de la misma sociedad civil a la hora de construir una gobernanza cultural participativa.
Afirma que la participación en la elaboración y el seguimiento de las políticas culturales, que ha de entenderse como un espectro de actividades, se produce principalmente a través de una serie de mecanismos de diálogo que permiten a las autoridades públicas informar y consultar a las organizaciones civiles.
“No obstante, los procesos de creación conjunta en los que las organizaciones civiles participan en la toma de decisiones siguen siendo escasos, algo que puede ser sintomático de un entorno legislativo y normativo que éstas perciben como poco propicios. Por lo tanto, la aplicación de prácticas de gobierno abierto en los sectores culturales y creativos, enraizadas en los principios de transparencia, participación e intercambio de información, tiene el potencial de hacer avanzar las innovaciones públicas y cívicas para que florezcan expresiones culturales diversas”, agrega la Unesco.