Cultura

Villancicos, de música profana a canciones navideñas

¿Quién no ha escuchado cada temporada decembrina la tradicional “Noche de paz”, el típico “Campana sobre campana”, “Rodolfo, el reno” y muchas canciones más que nos hacen recordar que la Navidad ha llegado? Estas interpretaciones son mejor conocidas como villancicos. Lo que poco se conoce es el origen de este canto.

Para entender su historia, primero habrá que comprender que un villancico surgió como una estructura poética: estribillo + copla + estribillo, según el filólogo mexicano Antonio Alatorre. También se entiende como un ‘cantar de villanos’, de gente rústica. Es decir, una canción folclórica o tradicional que cantaban los pastores (no religiosos), con la característica de ser anónima. Para este momento, hablamos de la Edad Media.

Los poetas del siglo XV le dieron un contenido cortesano, en el polo inverso de lo folclórico. Hay que recordar que en este siglo, la tradición se mostraba en una transición de lo oral a lo escrito. Por eso se llegó a posicionar como la canción popular más típica. Y es que, el nombre “villancico” no se conocía antes del siglo XV, se identificaba como “cántiga” (poesía cantada). Para el XVI se consolidó como la manera más abundante de la época barroca. Finalmente se entendió como un poema cortesano, aunque resurgió “transformado”. Así lo cuenta el filólogo español Antonio Quilis.

Por su popularidad, trascendencia y alcance, el villancico fue una excelente oportunidad para el cristianismo. La manera en la que llegó a la Iglesia fue mediante la inspiración de himnos latinos en canto gregoriano, ya dentro de los oficios divinos. Ésa fue la primera producción de poesía religiosa que se dio en mozárabe (proveniente de la población cristiana, de origen hispanovisigodo, que vivía en el territorio de Al-Ándalus; región sur de lo que hoy es España). Esta primera forma de villancico fue desapareciendo a medida que avanzó la reconquista y la unificación de la Península (España). Para ese entonces, se necesitaba tener más adeptos, y la mejor manera de hacerlo fue crear letras más “amenas” para los fieles. Para el lingüista español, José Néstor Valencia Zuluaga, actualmente podemos hablar de villancicos que muestran música profana, hasta una referencia a la Natividad, que para 1576, ya tenían composición, música y ruptura de la estructura poética con la que se identificaba. A partir de entonces, empezó la transición a considerarse villancicos a la música navideña, aunque hay quienes aseguran que no tendría que ser así.  

Primeros villancicos navideños

El Cancionero de Upsala (1576) recopila villancicos con diferentes temas, 12 de ellos tienen la importancia de ser los primeros villancicos de Navidad de los que hay conocimiento. Y ya, en su última etapa, es el único villancico que sobrevive hasta nuestros días. Incluso ya se encuentra el canto dialogado entre solista y coro de asistentes que cantan el estribillo a cuatro voces y bailan su música. Tal como hoy en día se suele ver, presenciar e interpretar. Escúchalos dando clic aquí.

Estructura poética del villancico

La Galatea, de Miguel de Cervantes, es considerada una novela que, entre su estructura, contiene villancicos. El siguiente video muestra uno dentro de la obra.

 

 

 

 

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