Cultura

Zara Monrroy, rapera de la nación Comcaác que transgrede violencias

Zara Monrroy es rapera de la nación Comcaác, y con su música busca dar a conocer su lengua materna cmiique iitom (seri) como herramienta de transformación.

El proyecto de Zara Monrroy busca llevar su cultura, la de la nación Comcaác, a los lugares más recónditos del mundo. Se trata de un proyecto musical de rap y fusión con cumbia en lengua cmiique iitom (seri).

La apuesta de Zara es rapear en su lengua materna, para que se conozca su cultura y así llevar un mensaje de transformación.

“La música la llevo en la sangre, en mi forma de existencia y en mi ADN, en todo mi cuerpo. Si no hago música no siento que vivo. La música lo estoy haciendo con fusión de diferentes géneros a través de mi lengua materna que es mi base principal para dar a conocer mi mensaje”, sentenció Zara Monrroy a Once Noticias Digital.

Es difícil encontrar un calificativo que defina a Zara, aunque el más cercano sería transgresora. De largo cabello negro y respuestas cortas, Roxana Sarahí Romero Monrroy es fiel creyente de que las mujeres de pueblos originarios poseen el conocimiento ancestral para hablar con la tierra y dignificarla. Ese mensaje se lleva a través de la lengua.

Fusión sonorense

Pero antes de eso, vayamos al principio. Y es que Zara forma parte de un movimiento de raperas indígenas que lleva muchos años en el gremio picando pala para dar a conocer su proyecto.

No ha sido fácil, pero cada paso que ha dado la poeta, activista y rapera, la ha llevado a lugares insospechados.

Su proyecto es una fusión de lo que le gusta, pero también, de sus grandes preocupaciones: su pueblo ubicado en Sonora

“Mi padre era músico y era fotógrafo de la comunidad. Él falleció pero me dejó ese conocimiento, legado y esa pasión por la música. Yo empecé a hacer trabajitos como a la edad de 13 ó 14 años. Hacía cumbia. Me gustaba mucho escuchar cumbias, sentía como si fuera el viento acariciando el alma y era muy poético. En ese sentido iba caminando hasta que encontré que mucha gente no hablaba la lengua materna”, contó.

Y es que la discriminación provocaba un sentimiento de vergüenza por hablar la lengua cmiique iitom (seri).

“Me sentía avergonzada a esa edad. Como que no quería hablar con mi lengua materna. Hace 17 años me doy cuenta que la lengua materna lo es todo para nosotros, que es nuestra forma de vida, nuestra existencia, nuestra historia. Todo un legado que nos han dejado nuestros ancestros. Entonces así llegué a la música y hoy en día pues viajo con la música a través de mi lengua materna”, dijo la rapera a Once Noticias Digital.

Una guerrera que también enfrentó a todo un pueblo

Luego vino el desafío de enfrentarse a su propio pueblo. La activista y poeta detalló que las estructuras internas de su pueblo son patriarcales, y las voces de las mujeres seris suelen quedar por debajo de la de los hombres. Una situación que ha sido difícil para Zara, quien además se autoascribe como una mujer lesbiana.

“Yo soy lesbiana y siempre lo digo abiertamente porque soy esa persona y no lo voy a negar. Yo respeto a todas las personas. Yo soy orgullosa de quien soy y mi  trabajo va de la mano para visibilizar mis experiencias de vida que han sido muy complejas. En la actualidad es resiliencia, perseverar y compartir y lo hago a través de la música y el arte”, enfatiza la rapera.

Pero también en la escena musical ha tenido que enfrentar un sin fin de complicaciones,  porque aunque el rap indígena es un movimiento reciente que busca reivindicar a los pueblos y comunidades originarias, es un género en donde prevalece la voz de hombres.

Cada vez conocemos más a raperas que han llegado a romper los muros del género musical. Como ejemplos, la zapoteca Mare Advertencia Lirika y a Zara Monrroy. Las mujeres reivindican la lucha de las mujeres y sus derechos; en el caso de Zara, también hay una preocupación por el territorio, la naturaleza y la construcción de la paz.

“Las letras de mis canciones hablan de la naturaleza, la forma de las nubes, del agua, la isla y su historia. Hablo de mi gente, su pensar, el amor a los niños y niñas, compartir con la familia. Es una palabra positiva y sanadora”.

Zara asegura que actualmente muchas mujeres indígenas han tomado el ámbito artístico, “pero no hay un apoyo”, lamentó la poeta y activista.

Sin embargo, la rapera indígena no desiste y lleva a todas partes su música y su mensaje. Próximamente viajará a Canadá a llevar su palabra y la de su pueblo.

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