Melbourne, la segunda ciudad más poblada de Australia, entrará en un bloqueo de coronavirus de cinco días, dijeron las autoridades, prohibiendo a los espectadores durante gran parte del torneo de tenis del Abierto de Australia.
Un nuevo grupo de Covid-19 vinculado a un hotel de cuarentena en Melbourne, la capital del estado de Victoria, alcanzó 13 casos hasta la medianoche del jueves, cuando las autoridades se apresuraron a sofocar la propagación del virus. Todas esas infecciones estaban relacionadas con la variante británica altamente contagiosa.
El torneo continuará sin multitudes durante los próximos cinco días y no se permitirán fanáticos en los sitios de los partidos, dijeron los organizadores.
Los espectadores podrán asistir a los juegos programados para el viernes, mientras que aquellos que compraron boletos para eventos restringidos obtendrán un reembolso, dijeron en un comunicado.
El primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, anunció el cierre del estado, a partir de la medianoche del viernes, y lo calificó como un “cortacircuitos corto y afilado” que prohíbe las reuniones públicas, las subastas de casas, las bodas y las reuniones religiosas.
Debemos asumir que hay más casos en la comunidad de los que tenemos resultados positivos, y que se está moviendo a una velocidad que no se ha visto en ningún lugar de nuestro país en el transcurso de estos últimos 12 meses”, dijo Andrews a los periodistas. observando la alta tasa de transmisión de la variante del Reino Unido.
Cuando se le preguntó sobre el Abierto de Australia, que se extiende hasta el 21 de febrero, el primer ministro dijo que el torneo de Grand Slam, uno de los eventos más importantes en el calendario deportivo del país, se consideraba un lugar de trabajo, sujeto a restricciones de bloqueo.
No hay fans. No hay multitudes. Estas personas están esencialmente en su lugar de trabajo “, dijo. “La cantidad mínima de personal para que se ejecute de manera segura, no solo por el virus sino por otras razones, estará allí”.
El evento ya se había limitado al 50% de la capacidad habitual y se vio afectado por quejas anteriores de algunos jugadores internacionales, que se vieron obligados a pasar un tiempo crítico de preparación en cuarentena.