DeportesTendencias

Así renació el deporte en EUA tras los atentados del 11-S

Después de que las Torres Gemelas de NY fueran derribadas por terroristas, todas las actividades se paralizaron en EUA, incluyendo el deporte, que más tarde renació dando motivación.

El 11 de septiembre de 2001 el mundo se detuvo, y todos los aspectos de la vida, incluido el deporte, se vieron transformados por los trágicos eventos de ese día. En respuesta inmediata a los ataques, las principales ligas deportivas estadounidenses suspendieron sus actividades durante varios días, marcando el mayor paro en la historia del deporte en el país.

Durante este tiempo, los atletas se volcaron en apoyo a las familias de las víctimas y a los socorristas, visitando a los afectados y distribuyendo alimentos en el lugar de los hechos. Su esfuerzo fue un intento por elevar el espíritu de una nación que enfrentaba un dolor inmenso.

¿Cómo fue la remontada en los deportes tras el 11-S?

La realidad es que hubo mucha incertidumbre sobre si se debían reanudar las ligas una semana después de los ataques a las Torres Gemelas o sería imprudente, pero también sabían que los estadios se convertirían en un lugar de unión que daría un sentido de alivio a la gente.

Se comenzaron a realizar varios rituales para conmemorar a aquellos que fueron víctimas del terrorismo y para honrar a todos los trabajadores de primeros auxilios.

La iniciativa que tomó la Major League Baseball para impulsar el patriotismo en Estados Unidos es inolvidable. Los campos de beisbol cambiaron la tradicional canción que se escuchaba en la pausa de la séptima entrada desde 1908, “Take me out to the ballgame”, para poner la melodía patriótica “God Bless America”.

Los equipos de Nueva York, los Yankees y los Mets, fueron símbolo de resistencia que unirían a los aficionados en un intento para levantar los ánimos. El primer evento deportivo de la ciudad ocurrió el 21 de septiembre de 2001, cuando los Mets recibieron en el Shea Stadium a los Atlanta Braves.

Todos los jugadores utilizaron gorras para honrar a los trabajadores de primeros auxilios, pero hubo un catcher que se robó los reflectores: Mike Piazza. El beisbolista decidió cortar las iniciales de una gorra del Departamento de Policía de la Ciudad Nueva York (NYPD, siglas en inglés) y pegarlas al casco que utilizó durante todo el encuentro detrás del plato de home.

Unas semanas más tarde, los Yankees formaron parte de la Serie Mundial de la MLB, una que siempre será considerada la más memorable en la historia. Antes del comienzo del Juego 3, el presidente George W. Bush realizó el primer lanzamiento ceremonial con una chamarra que tenía todos los logos y siglas de los Departamentos de Bomberos y Policías de la Ciudad de Nueva York.

Sin embargo, lo más memorable fue que estuvo presente en el Yankee Stadium la hija de uno de los pilotos que lamentablemente falleció cuando su avión se estrelló en la torre sur del World Trade Center. La niña, llamada Briele Saracini, tan sólo tenía 10 años y le escribió una carta a su beisbolista favorito, Derek Jeter, buscando cumplir el sueño de conocerlo como le prometió a su papá.

Los Yankees cayeron ante los Arizona Diamondbacks, pero consiguieron algo más importante que el campeonato de la MLB. Tras haber perdido en los dos primeros juegos, consiguieron triunfos en los siguientes tres y prolongaron la Serie Mundial. El equipo quería demostrar que, como ellos lo hicieron, Estados Unidos se podía levantar y salir más fuerte de la tragedia.

¿Cómo se sigue recordando el 11-S?

Los jugadores de todas las ligas más importantes de Estados Unidos utilizan indumentaria con las siglas “NYPD” o “FDNY” para conmemorar a los socorristas. Banderas de barras y estrellas se extienden a lo largo de los estadios para honrar al país que logró levantarse después de una gran tragedia. Aficionados portan los colores de su país con orgullo y llevan pancartas en las que se leen “9/11 nunca se olvida”.

Desde hace 23 años, tras los ataques terroristas del 9 de septiembre de 2001, el deporte se ha consolidado como una plataforma de solidaridad y continúa siendo un espacio de unión para apoyar a tu equipo o país. Aunque asistir a los estadios siempre ha sido una forma de escape, hoy en día también proporciona un sentido de resiliencia, permitiéndole al aficionado sentir que forma parte de algo más grande.

Back to top button