Dalys “La Caribeña” creció en un mundo de lucha libre; su papá era promotor de luchadores en Panamá, y ella soñaba con subir a un ring y realizar el espectáculo que veía cada fin de semana.
Pero no se le permitió practicarlo, al considerar que era muy rudo para una mujer.
“No se me da eso porque mi papá en ese momento me decía que no, que era un deporte pues muy rudo para las mujeres, para las niñas. Pero yo sabía que algún día lo iba hacer ¿No?”, expresó la luchadora Dalys “La Caribeña”.
Y añade: “A mí llegaron compañeras y me dijeron: `No, aquí nunca vas a sobresalir o nunca lo vas hacer. No, nunca vas a ganarle a no sé quién’. ¿Cómo no? O sea, claro que lo voy hacer”.

Al pasar los años, siendo madre de tres niñas y esposa de uno de los luchadores mexicanos más importantes, “El Negro Casas”, tuvo la oportunidad de entrenar y trabajar para la Lucha Libre AAA Worldwide.
“Le digo a mi esposo que quiero entrenar, ¿no? Yo quiero ser luchadora también, y la verdad fue muy bonito; él siempre me apoyó, desde que yo le dije eso. Y él solamente me dijo: yo sé que algún día lo ibas hacer, te conozco tu carácter era así y sé que algún día tu sueño se iba a cumplir, eso es para que veas que nunca es tarde”, dijo la luchadora.
No fue fácil, enfrentó a muchas que practicaban la disciplina desde muy jóvenes, a diferencia de ella; además, se le menospreció por ser esposa de un luchador.
“Yo tuve que prepararme al doble o al triple de cualquiera de mis compañeras y compañeros que todavía luchan, me tocó pasar por muchas cosas que a lo mejor ellos no pasaron”, mencionó.
Dalys sabe que el camino no fue fácil; el apoyo de su familia le enseñó que, con trabajo y dedicación, nada la detendría.
