Las decepciones de la primera fase mundialista tienen nombre y apellidos, iniciemos con las decepciones, y en casa.
México quedó eliminado, sin una propuesta futbolística, con críticas constantes a su entrenador, y con apenas dos goles en tres partidos. Un empate insípido ante Polonia sembró las dudas; el juego contra Argentina las confirmó. La hazaña significaba ganar por amplia ventaja a Arabia Saudita pero no pasó, El Tri atraviesa desde hace varios años por una duradera sequía de goles.
Alemania, un equipo siempre contendiente en mundiales, repitió la dosis de Rusia 2018, quedando fuera, convirtiéndose en uno de los fracasos con mayor resonancia de este mundial. Ni Neur, ni Kimich, ni Muller fueron suficientes para los teutones.
Bélgica, que de acuerdo con la clasificación mundial de la FIFA se ubica en la segunda posición de su ranking, quedó relegada detrás de Marruecos y Croacia en el grupo F.
Uruguay, por diferencia de goles quedó eliminado, siendo otra de las selecciones que ni con Edinson Cavani y Luis Suárez, pudo acceder a la siguiente ronda quedando detrás de Portugal y Coreal del Sur.
Estos combinados nacionales hoy son sombra, a la espera de revertir la historia dentro de 4 años.