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“Dejé de ser promesa y me convertí en realidad”: Osmar Olvera

El clavadista mexicano Osmar Olvera encontró su pasión a los 2 años, cuando conoció una alberca supo que el agua sería su mundo. ¡Quiere una medalla de París 2024!

Osmar Olvera es un chico al que le encantan los clavados, que disfruta de lo que hace, que ama lo que hace y que también le gusta pasar tiempo con su familia”, así se describió Osmar Olvera, el clavadista mexicano que ya hizo historia al ganar dos medallas en el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos en Doha, Qatar.

El 5 de junio de 2004, Osmar Olvera nació en Ciudad de México; encontró su pasión a los 2 años, a pesar de estar rodeado por el futbol americano, ya que su papá fue entrenador de las águilas blancas del IPN, pero desde que conoció una alberca supo que el agua sería su mundo.

“Desde muy chiquito aprendí a nadar y desde que aprendí siempre me salía y me aventaba, íbamos de vacaciones, había alberca y buscaba de dónde aventarme en una silla o en lo que fuera”, cuenta el clavadista mexicano de apenas 19 años de edad.

Así fueron sus comienzos, pero gracias al apoyo de su familia es que Osmar comenzó a entrenar para convertirse en un profesional.

“Mi tío Erick fue el que me consiguió la prueba en el CNAR, él estaba como entrenador de paralímpicos de natación, me consiguió la prueba y desde el momento que llegué a la alberca y vi la plataforma de 10 metros, los trampolines y todo me encantó, me enamoré”, aseguró Osmar Olvera.

Pero fue a los 13 años que comenzó a competir internacionalmente, representando a México en las plataformas de clavados.

“Mi primer mundial juvenil, donde gané medalla de bronce, fue una competencia muy significativa, ahí no hubo apoyo y de coperacha ahí en Facebook y todo y fui el único de la selección que trajo medalla”, recordó el atleta mexicano.

A los 17 años debutó en Juegos Olímpicos, en Tokio 2020, clasificando a la semifinal en trampolín de tres metros.

En 2023, con tan solo 19 años, se consagró en el trampolín con sus clavados de alta dificultad, que lo llevaron a colgarse sus primeras preseas mundiales, dos platas, en el Campeonato Mundial de Fukuoka, Japón.

Pero sus logros no terminan ahí, en los Juegos Panamericanos de Chile de 2023, Osmar ganó tres preseas doradas.

“Son los frutos de cada entrenamiento, de cada esfuerzo, de cada lágrima de todo y nada, creo que fue un año donde dejé de ser esa promesa y me convertí en realidad”, aseguró.

Hoy cuenta con cuatro metales mundiales y se perfila a sus segundos Juegos Olímpicos en París 2024. Todo, como lo comenzó, sin apoyos.

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