El legado de Enriqueta Basilio: una mexicana que trascendió en la historia deportiva mundial
La atleta fue la primera mujer en llevar la antorcha olímpica y encender el pebetero durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 68
El 15 julio 1968 -día de su cumpleaños- Enriqueta Basilio se enteró por un periódico de circulación nacional que sería la primera mujer en encender el pebetero olímpico en los juegos que se celebrarían durante octubre en México.
En una entrevista, la atleta narró hace algunos años al Comité Olímpico de Guatemala cómo se dieron las cosas para que ocurriera este acontecimiento que marcó su vida:
Me llamó el vicepresidente del Centro Olímpico para felicitarme por mi competición en Cuba y para preguntarme qué pensaría si se cambiara por una mujer al portador del fuego olímpico. Le contesté que siempre ha sido un hombre y que no le veía caso cambiar eso; ahí se quedó la plática por un tiempo”.
Y continuó: “un día me pusieron a hacer unas prácticas alrededor de la pista con uniformes de diferente color, pero eran pruebas sobre mi estilo de correr y creo después se lo llevaron al presidente y al Comité Olímpico, me imagino para que dieran el sí o el no”.
Entonces, días después se enteró por un periódico que había sido elegida para llevar la antorcha olímpica y encender el pebetero durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 68.
“Después de que un periodista soltará esa noticia, no me caía mucho en la mente que era lo que pasaba y lo que significaba de ser la primera mujer en cumplir con esa tarea tan maravillosa”, añadió.
De acuerdo con la Gaceta UNAM, Enriqueta Basilio estaba segura no sólo de haber encendido la antorcha de los Olímpicos, sino también el corazón de las mujeres, al ser honrada con ese privilegio:
Fui privilegiada como mujer y como representante de la mujer mexicana y del mundo porque a partir de entonces, se dieron muchos cambios para las mujeres; por nuestros derechos, la justicia, la igualdad, la solidaridad y los valores”.
Después de los Juegos Olímpicos, Enriqueta Basilio no entendió la grandeza de su hazaña, hasta que la empezaron a reconocer en varias partes del mundo a donde iba…
Desde secundaria empezó a practicar al atletismo; llegó a competir en salto de altura pero en realidad lo que más dominó y más le fascinaba era la carrera de obstáculos.
Originaria de Mexicali, Baja California, fue considerada una de las mejores vallistas de su época, razón por la cual logró ser parte de las selecciones nacionales y dejó en alto el nombre de México en varias ocasiones.
En 1968 pasó a la historia del olimpismo mundial al convertirse en la primera mujer en encender el pebetero olímpico.
Fue parte medular en los planes de desarrollo deportivo y dirigió los trabajos de los festejos por el recorrido de fuego simbólico por la paz y el deporte, previo a la justa olímpica.
Basilio murió el 26 octubre de 2019 de neumonía, un día antes del aniversario de la Ceremonia de Clausura de México 68.
Nombran asteroide en honor a Enriqueta Basilio
En 2021, la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU), nombró un asteroide -tipo troyano- Enriqueta ‘Queta’ Basilio, en honor a la atleta mexicana.
El 16 de octubre de ese año partió la misión “Lucy” de la NASA. La tripulación salió desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, con el objetivo de hacer un reconocimiento de ocho asteroides troyanos del planeta Júpiter los cuales fueron registrados con nombres de figuras deportivas.
Enriqueta Basilio fue una de las elegidas para la distinción en el espacio, por lo que la mexicana también será recordada para la posteridad por este homenaje.
