Aún no rueda el balón en las canchas de los estadios de catar, donde se celebrará el Mundial de Fútbol en 2022, pero ya tiene una historia negra detrás de la organización de la máxima justa del balompié.
La Fundación para la Democracia Internacional asevera que “cientos de miles de personas en pleno Siglo XXI viven en Catar el infierno de la esclavitud”, e incluso, a través del estudio Detrás de la Pasión reveló que desde que inició la construcción de los estadios en Catar, así como infraestructura turística, carretera y otras relacionadas, han muerto en total 6 mil 500 trabajadores.
Dicha organización civil ha señalado que a pesar de que se han hecho cambios recientes en la legislación del país árabe, aún no se logra erradicar las violaciones a los derechos humanos que prevalecieron en el antiguo sistema.
Guillermo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia Internacional, ha enviado un mensaje a Gianni Infantino, presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y distintas federaciones de dicho deporte para que intervengan y pongan un alto a lo que han calificado como esclavitud.
Whpei comentó que en Catar viven alrededor de dos millones de migrantes, principalmente de Nepal, India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Filipinas y Kenia, quienes representan 95% de la fuerza laboral, mientras que de todos ellos, 40% trabaja en la industria de la construcción.
“Los trabajadores están obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, 7 días a la semana, realizando tareas al aire libre y soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados”.
Por si eso fuera poco, las viviendas que les proporcionan son espacios reducidos en los que viven hacinados, sin contar con las mínimas condiciones higiénicas. Trabajar en altas temperaturas exige al sistema cardiovascular un esfuerzo extra, esto sumado al estrés por calor produce ataques cardíacos fatales y otros problemas cardiovasculares que provocan la muerte de estos trabajadores. A pesar de las mejoras aún queda mucho por hacer”, acusó el presidente de la Fundación para la Democracia Internacional.
Amnistía Internacional ha sido otra de las organizaciones que han exigido, a través de una carta, a la FIFA y su presidente Gianni Infantino que asuma su responsabilidad y actúe con toda su influencia para que Catar cumpla su programa de reformas laborales antes de que suene el silbatazo inicial en las canchas por el Mundial de Fútbol.
Dicha organización ha reconocido que Catar ha implementado diversas reformas, entre ellas la laboral, en los recientes años como respuesta al control al que se somete ante la FIFA, sin embargo, con frecuencia no se cumplen dichos cambios y la explotación laboral ha seguido su curso.
Sería imposible celebrar esta Copa Mundial sin las personas trabajadoras migrantes, que representan el 95% de la fuerza laboral de Catar. Los estadios, las carreteras, la hostelería o la seguridad. El campeonato depende del duro trabajo de hombres y mujeres que han viajado miles de kilómetros para mantener a sus familias (…) Sin embargo, con demasiada frecuencia, estas personas siguen descubriendo que su estadía en Qatar está marcada por los abusos y la explotación”, aseveró en marzo pasado Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
La Fundación para la Democracia Internacional ha reconocido los avances legislativos, además de acciones como la adhesión del país árabe a dos importantes tratados internacionales de derechos humanos, la instauración de un salario mínimo, la instalación de una oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la cooperación de ésta con el Estado qatarí a fin de seguir trabajando por los derechos de los trabajadores, sin embargo, advirtió que no ha sido suficiente.
Por su parte, Amnistía Internacional dijo que “LA FIFA y Catar deben poner en marcha un plan de acción sólido para garantizar que las personas trabajadoras migrantes de todos los sectores relacionados con la Copa Mundial sean remuneradas adecuadamente, reciban un trato justo y no estén sometidas al control de empleadores que las explotan”.