Es sin duda uno de los días más tristes para la argentina y para el mundo del futbol.
Diego Armando Maradona, “El Diego”, jugó su último partido, un paro cardiorespiratorio acabó con la vida del astro argentino quien apenas hace unas semanas había cumplido 60 años.
Polémico, irreverente, revolucionario y con un talento sin igual que lo llevó a grandes alturas, a convertirse en leyenda de su amado Boca Juniors, a conquistar Italia con el entonces modesto Napolés y por supuesto de su mano, llevar a la Selección Argentina a tocar el cielo cuando en México 86 dictó cátedra en nuestras canchas hasta conquistar la Copa del Mundo.
También se adueñó de la etiqueta del mejor jugador del planeta, la cual aprovechó años más tarde, para lanzarse contra los atropellos que sufrían los futbolistas, por eso, ideó y puso en marcha la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales, un sindicato que contó el apoyo de otras estrellas como Eric Cantoná o Hristo Stoichkov e incluso Pelé, quien se sumó a la causa.
Maradona entabló una guerra abierta contra los dirigentes de la FIFA, Joao Havelange y Joseph Blatter, a quienes siempre tachó de corruptos, el tiempo le daría la razón.
En la memoria se quedan grandes recuerdos dentro de la cancha, momentos que le dieron la vuelta al mundo y que quedaron para la historia como aquel derroche de clase y picardía aplicada a los ingleses en la cancha del Estadio Azteca.
Primero la Inolvidable mano de Dios, y después el considerado gol del siglo que sentenció el triunfo argentino sobre Inglaterra.
Su carrera como técnico no fue tan exitosa, pero lo llevó a lugares insospechados como Emiratos Árabes o los Dorados de Culiacán en México e incluso pudo guiar a la albiceleste a una Copa del Mundo, aunque el proceso estuvo lleno de tumultos.
Su vida fuera de las canchas estuvo llena de altibajos, problemas con las adicciones, disputas familiares, amores por doquier, todos los excesos comenzaron a cobrarle factura y aunque gambeteó a la muerte en diferentes oportunidades, esta vez el diego no pudo más.
Su muerte causó conmoción inmediata y las condolencias llegaron de inmediato.
Uno de los primeros fue Edson Arantes do Nacimento, su relación fue tirante, pero al final ambos se reconciliaron, espero podamos jugar juntos en el cielo, escribió el brasileño.
Lionel Messi, se despidió con una frase legendaria: “nos deja pero no se va, porque el diego es eterno”.
El Papa Francisco, hincha de San Lorenzo y amigo de Diego, fue informado del deceso y elevó sus oraciones por el descanso del 10 argentino.
Napolés se convirtió en una provincia más de la Argentina, los Tifosis salieron a las calles para recordar al hombre que los llevó a conocer la victoria, por eso la intención de rebautizar al Estadio San Paolo con el nombre de su querido Diego.
En Argentina, la conmoción por la muerte de Maradona es total.
Miles han salido a las calles para llorar al que les dio tantas alegrias y por ello el presidente, Alberto Fernández, ha decretado tres días de luto nacional.
El funeral de Diego Armando Maradona se llevará a cabo a partir de este jueves y tendrá como escenario la Casa Rosada, sede del gobierno argentino.
Diego Armando Maradona, el dios del futbol argentino que siempre será recordado como “El Diego de la gente”, aquel que se pudo equivocar de mil maneras, pero que se ganó un lugar eterno en el mundo del futbol.