El sueño habría sido tan bonito que el final resulta cruel para Ucrania, derrotada (1-0) por un gol en su propia portería contra Gales, este domingo en la final del repechaje europeo para el Mundial 2022.
Gales, después de que el himno rival fuera respetado y aplaudido como nunca, no perdió de vista el aspecto deportivo de la cita y se mantuvo sereno en el partido, contrariamente a lo que hizo Escocia, derrotada hace cuatro días en Glasgow (3-1).
Bajo un clima típicamente británico, los hombres de Oleksandr Petrakov dejaron una muy buena actuación sobre el campo, que de haber acabado en victoria no habría sorprendido a nadie.
En un primer tiempo en el que contaron con buenas ocasiones, algunas decisiones arbitrales, como un gol anulado de Oleksandr Zinchenko de falta directa tirado demasiado pronto (3) o un penal no señalado sobre Andryi Yarmolenko (40), pesaron en el lado ucraniano.
Pero si algo tienen de qué arrepentirse, es de las oportunidades falladas frente a Wayne Hennessey, portero convertido en héroe de los ‘Dragones Rojos’ después de haber detenido claras ocasiones de los ucranianos.
De un error de la defensa galesa, Artem Yaremchuck sacó un cara a cara contra el portero, blocado en dos tiempos (12). Hennessey desvió también un potente disparo de Zinchenko (40), antes de sacar un pie por puro reflejo para desviar un disparo cercano de Viktor Tsygankov, sin que Yaremchuk, bien situado para el rechace, pudiera convertir la ocasión (55).
El milagro de Hennessey
Algunos minutos más tarde, fue el defensa del Tottenham Ben Davies quien logró una salvada milagrosa delante de Yarmolenko (59). Incluso en los minutos finales, Hennessey logró detener sobre la línea un potente cabezazo de Artem Dovbyk (84) que todo el estadio creyó que entraría.
El gol de la victoria galesa llegó después de un desvío hacia su propia portería de Yarmolenko, que quiso despejar con la cabeza un potente disparo de falta de Gareth Bale (34) pero que sorprendió a su propio portero, Georgi Buschchan que nada pudo hacer por evitar el tanto.
A pesar del vendaval de ocasiones ucranianas, los galeses también tuvieron oportunidades en la segunda parte para haber cerrado el partido. Aaron Ramsey, solo delante de la portería, abrió demasiado el pie y no logró enviar el disparo entre los tres palos (48).
El palo rechazó una volea de Brennan Johnson (75), segundos antes de que Bale, en el segundo palo, disparase a puerta donde esperaban los guantes de Buschchan (76).
Tras el pitido final se desató la euforia de los galeses, que celebraban la segunda clasificación a un Mundial de los “Dragones Rojos”, algo solo logrado en Suecia en el año 1958, hace 64 años.
En contraste, las lágrimas de los jugadores ucranianos agradeciendo a sus aficionados de las tribunas su presencia, poniendo así fin al sueño de lograr un billete al Mundial a pesar de la difícil situación que atraviesa su país.
En Qatar, los galeses estarán en el grupo B, en compañía de Inglaterra, Estados Unidos e Irán, en la que será presumiblemente la última aventura de sus dos leyendas Gareth Bale y Aaron Ramsey en la competición internacional más importante.