Homenaje póstumo a José Sulaimán en el Senado
José Sulaimán Chagnón falleció el 16 de enero de 2014, pero durante su labor dentro del boxeo mexicano e internacional sigue dando frutos.
Se cumplen 10 años del fallecimiento de José Sulaimán Chagnón, quien fue presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y con este motivo, el Senado de la República le rindió un homenaje póstumo.
“México se ha convertido en la capital del boxeo del mundo. Gracias a don José Sulaimán y gracias a todos los deportistas que han hecho honor a la camiseta de México. En este importante deporte”, José Narro Céspedes, senador Morena.
Los hijos de José Sulaimán, Héctor y Mauricio, este último actual presidente del CMB, resaltaron el arduo trabajo que hizo su padre por el deporte mexicano.
“Todo el box es antes y después de José Sulaimán, sin duda alguna fue porque lo primero que hizo buscar y solamente buscar el beneficio de sacar al box de esa barbaría que era anteriormente y lograr que hubiera una reglamentación y, sobre todo, un tema médico que los boxeadores tuvieran realmente un instrumento para que ellos pudieran pelear”, comentó Héctor Sulaimán.
Por otra parte, Mauricio Sulaimán recordó una de las frases que su papá más decía: “Ojalá que todos podamos tomar el lema de José Sulaimán, su favorito, que el que no vive para servir no sirve para vivir”.
José Sulaimán y la evolución del boxeo
José Sulaimán Chagnón nació 30 de mayo de 1931 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, y en 1968 se unió al Consejo Mundial de Noxeo, para más tarde convertirse, en 1975, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, cargo en el que permaneció hasta el final de sus días.
Gracias a José Sulaimán se redijo el número de asaltos de 15 a 12 en las peleas de campeonato con base en estudios científicos, con el objetivo de salvaguardar la integridad de los pugilistas.
Durante su gestión, también aumentó de 3 a 4 cuerdas en el ring; realizar la ceremonia del peso oficial 24 horas antes del combate en lugar de las 8 horas previamente establecidas para evitar la deshidratación de los competidores.
Sulaimán también impulsó los guantes especiales con el dedo pulgar integrado al resto de la mano para evitar que los boxeadores se picaran los ojos; entre otras reglas que han servido para perfeccionar el boxeo.
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