Cynthia Flores tienen 25 años y es peleadora profesional de muaythai desde hace cinco años. Con 15 peleas profesionales y más de 25 amateur. Conoció este arte marcial por la necesidad de aprender a defenderse por la violencia que se vive a diario contra las mujeres. Un grupo de amigos con la misma afinidad aprendieron a cuidar su cuerpo con el box tailandés.
Siempre subrayo que practicamos el muay thai meramente como una acción política. Nos juntamos un grupo de amigas y damos seminarios para dar difusión a la defensa personal. Entrenamos a las trabajadoras sexuales a grupos de mujeres que se nos acercan para estas actividades” recalcó Cynthia.
Cynthia Flores disputara un campeonato internacional este 3 de marzo contra Magalie Álvarez en la liga Triumphant 10.
Desenvolverse como mujer en el muaythai fue bastante complicado, ya que las oportunidades de sobresalir se limitan.
Cuando fui a Tailandia me topé con la realidad en la cuestión de género, porque había estadios donde las mujeres no pasaban o no podían estar cerca del ring. Eso merma las oportunidades de pelear en ligas grandes”, comentó la peleadora.
Durante nueve meses en Tailandia se dio cuenta que algunos compañeros tenían eventos grandes donde se coronaban, mientras las mujeres tenían que esperar si alguna de las ligas les daba una oportunidad. Sin embargo, el talento y fuerza de Cynthia le abrió puertas a su regreso en México.
Ahora hay más apertura y es por el trabajo y la constancia de las mujeres. Porque el show que damos las mujeres en el ring ha llamado la atención de las ligas y del público, porque es real y hoy podamos ver en carteleras principales a las mujeres, pero es gracias a las que se están rifando”, dijo Cynthia.
La paridad salarial sigue inclinando la balanza al sector varonil. Las bolsas de los peleadoras tienen una gran diferencia a las ganancias de los hombres que hacen el mismo trabajo. Aunque la peleadora mencionó que en Tailandia hay estadios donde a las mujeres les pagan más, pero son contados los casos.
Ahorita afortunadamente estoy en una liga que se llama Triumphant y en esa liga peleo por el campeonato. Está chido porque ya salí un poco de las ligas en México, y eso es un gran avance que me costó un buen porque no fue de un día a otro. Han sido cinco años, que pese a las adversidades, seguimos en pie”, comentó Cynthia.
El problema de los peleadores profesionales en México es que no reciben ningún apoyo y por lo tanto no se pueden dedicar únicamente al deporte, tienen que trabajar y aparte mantener su carrera como atletas y eso influye mucho en la preparación. En Tailandia, Cynthia logró vivir de sus peleas porque hay combates de lunes a domingo y es más fácil moverse en esa inmensidad. Pero en territorio mexicano se complica, y más ahora con la pandemia.
El Covid-19 redujo las oportunidades de trabajo y para mantener la carrera deportiva hay que buscar dinero porque la inversión es alta en suplementos, fisioterapias, dietas y hasta pasajes. Aquí uno tiene que andar macheteándole para lograr las metas y sostener nuestra carrera”, dijo la peleadora.
Cinthya se sostiene dando clases particulares y con la venta de equipo deportivo que importa de Tailandia aparte de trabajar los fines de semana en los negocios familiares. Sin embargo, la pelea que tiene en puertas la mantiene completamente dedicada al muay y es el apoyo de colegas y familiares lo que le permite seguir como profesional.
Su día inicia a las siete de la mañana, sale a correr varios kilometro y cuando regresa toma su desayuno para alistarse y comenzar a entrenar antes del mediodía. Termina para la hora de la comida y toma sus alimentos para dejarlos reposar hasta las cuatro de la tarde que comienza su segundo entrenamiento. Al terminar regresa a casa y prepara la comida y que utilizara para el día siguiente. Los martes y jueves imparte clases durante toda la tarde. Todos sus días son muy thai y más ahorita con la pelea en puerta.
La disciplina que he desarrollado en mi vida personal es un gran logro. A veces en un mundo tan caótico, esta es mi mayor terapia tener algo que me llene y me haga preocuparme por mi mente y por mi cuerpo. También me ha traído muchísimas amistades y viajes a distintas partes del mundo, eso ha sido el muy Thai para mi”, reflexionó Cynthia.