La Liga MX anunció la implementación de un protocolo anti-racismo en respuesta a recientes incidentes de discriminación en los estadios de fútbol mexicano.
Este protocolo tiene como objetivo abordar los casos de ofensas racistas que puedan surgir durante los partidos y establecer medidas de sanción para quienes las perpetren.
El anuncio llega después de dos incidentes destacados durante partidos recientes.
Durante el enfrentamiento entre Chivas y América de los Octavos de Final de la CONCACAF Champions Cup, el delantero de América, Julián Quiñones, fue objeto de insultos racistas por parte de un grupo de aficionados en el Estadio Akron.
Posteriormente, en el Estadio Azteca, el arquero de Tigres, Nahuel Guzmán, también fue objeto de insultos racistas por parte de un grupo de mujeres ubicadas detrás de su arco.
En respuesta, la Liga MX enfatizó que no tolerará tales comportamientos en sus espacios y anunció un protocolo de tres fases contra el racismo.
En la primera fase, el árbitro central tiene la facultad de detener el juego y solicitar a los asistentes que detengan su comportamiento. Si las ofensas persisten, se contempla la suspensión temporal del partido en la segunda fase. En la tercera fase, se emitirá un aviso en el sonido local y se abrirá un procedimiento disciplinario por parte de la Comisión Disciplinaria, pudiendo resultar en el veto del estadio.
Además, el protocolo establece que los responsables de los insultos serán desalojados del estadio, presentados ante las autoridades y se les retirará su FAN ID de por vida, lo que les impedirá asistir a futuros partidos de Primera División en México.
En un comunicado oficial, la Liga MX declaró: “Con el Protocolo contra el Racismo y la Discriminación, en la Liga MX no solo no hay lugar para ese tipo de comportamientos, también se pueden sancionar. Los mexicanos somos divertidos, desmadrosos, relajados, pero NUNCA RACISTAS”.