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Llama paralímpica en Tokio da sus últimos destellos

Con la entrega de las últimas medallas de la Justa Paralímpica, este domingo, Tokio se prepara para ceder el testigo a París, próxima sede en 2024, con la esperanza de que la pandemia que impidió la presencia de público en el evento haya terminado para entonces.

El presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Andrew Parsons, dijo que fue la edición más importante de los juegos, ya que habida cuenta de los riesgos pesentaba su celebración.

La última ola de la epidemia en Japón ha hecho mella en los espectadores de las sedes paralímpicas y en el primer ministro, Yoshihide Suga, cuya popularidad ha caído en picado, tanto por su gestión de la crisis sanitaria como por su obstinación en la organización de los uegos.

 

No tengo ninguna duda sobre el hecho de que fue la edición más importante de los juegos por la pandemia. Porque hemos dado voz a mil 200 millones de personas con discapacidad”, señaló Andrew Parsons.

 

Hubo dudas durante los dos últimos años, en los cuales pensaba que estos juegos no tendrían lugar”, recordó.

A pesar de las inéditas condiciones, los 12 días de competición generaron imágenes y emociones fuertes como las de los oros conseguidos por la esgrimista italiana “Bebe” Vio y por el saltador alemán Markus Rehm, apodado “Blade Jumper”, a quien se le negó su participación en los Juegos Olímpicos por su prótesis de carbono.

También atrayeron los focos los dos deportistas afganos participantes en Tokio huidos en el último momento de Kabul, que cayó en manos de los talibanes.

Según Spence, el CPI les propuso llevar la bandera de su país en la ceremonia de clausura, algo que no habían podido hacer en la inaugural por su ausencia.

La mayoría de los deportistas, que como el CPI temieron una anulación de los juegos, mostraron su alegría por poder competir, incluso aunque no hubiera nadie en las gradas para verlos o apoyarlos.

Los deportistas ya miran a París 2024 con la esperanza de reencontrarse con el público.

En el plano deportivo, los huéspedes japoneses tuvieron una buena actuación. Su delegación récord de 254 deportistas se colgó 13 oros.

Una cifra alejada de su participación en los Juegos Olímpicos, donde lograron un récord de 27 oros, pero muy superior a la de Rio 2016, cuando no consiguieron ningún oro.

De su lado, China cerró la Justa  Paralímpica con 207 medallas, 96 de ellas de oro y terminó el evento como líder del medallero, como ha sucedido en cada edición desde 2004.

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