Mientras este sábado los talibanes afirmaron que ya controlan Paryan, Khenj, Anaba y Shotul, cuatro de los ocho distritos de Panjshir, la única de las 34 regiones afganas que aún no ha sido tomada en su totalidad, 17 personas perdieron la vida y al menos 41 resultaron heridas por los festejos del triunfo talibán.
El principal portavoz del grupo en el poder, Zabihullah Mujahid, pidió en un mensaje evitar disparar al aire, ya que las balas pueden dañar a los civiles. Sin embargo, combatientes de las fuerzas especiales utilizaron sus armas para desintegrar la última marcha de protesta en Kabul, protagonizada por mujeres que exigían la igualdad de derechos.
Por otra parte, ante la difícil situación, y para evitar una catástrofe humanitaria, el embajador de Qatar en Afganistán, Said Mubarak al Jayarin, anunció la reapertura parcial del aeropuerto de Kabul para la llegada de vuelos con ayuda, mientras que la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados pidió a los países vecinos de Afganistán que no cierren sus fronteras a la gente que busca huir del país.