Desde el domingo 20 de agosto, el día que la Selección femenina de futbol de España se coronó campeona del mundo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, las acciones de Luis Rubiales dieron de qué hablar.
El entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) besó, sin su consentimiento, a la jugadora Jennifer Hermoso durante la ceremonia de premiación. Este acto no pasó desapercibido y con el paso de los días fue tomando relevancia entre las personas que consideraron que el acto de Rubiales fue una agresión hacia Hermoso.
Pero fue hasta hoy, domingo 10 de septiembre, que el presidente depuesto de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha transmitido al presidente interino, Pedro Rocha, su renuncia definitiva al cargo presidencial de la RFEF, tras varias semanas de polémica por su comportamiento durante la final del reciente Mundial femenino.
“Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo”, comentó Rubiales al entregar su renuncia.
“Voy a hacerlo (dimitir), sí, porque no quiero continuar mi trabajo”, dijo Rubiales en una entrevista en el programa de televisión británico Piers Morgan Uncensored. “Mi familia y amigos me dicen que tengo que centrarme en mi dignidad y continuar con mi vida que, si no haré daño a la gente que quiero y al deporte que amo”, apuntó.
Defenderé mi honorabilidad.
— Luis Rubiales (@LuisRubiales17) September 10, 2023
Defenderé mi inocencia.
Tengo Fe en el futuro.
Tengo Fe en la verdad.
Gracias a todos. 🇪🇸https://t.co/yS9rM1HBTm
La prensa española se hizo eco poco después de una carta en la que dijo que ya transmitió oficialmente su renuncia al presidente en funciones de la RFEF, Pedro Rocha.
“Hoy he transmitido al presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA, para que mi puesto en la vicepresidencia pueda ser sustituido”, empieza Rubiales en ese texto.
Rubiales insiste en que con su marcha quiere contribuir a la tranquilidad del futbol español y a la fortaleza de la candidatura de España, Portugal y Marruecos al Mundial de 2030.
“No quiero que el futbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo”, asegura.