Los jeques millonarios de Medio Oriente se están apoderando del deporte mundial a billetazos.
Recientemente, en Arabia Saudita presenciamos el que tal vez sea el último enfrentamiento entre los dos mejores futbolistas de los últimos años, Cristiano Ronaldo y Leionel Messi.
Las autoridades de ese país pagaron 10 millones de euros al conjunto parisino para sostener un encuentro amistoso con las estrellas de la liga local y reunir así una vez más a las dos máximas figuras de este deporte.
Y es que el conjunto saudí Al-Nassr, se hizo de los servicios de Cristiano Ronaldo, con uno de los mejores contratos en la historia del futbol.
CR7 ganará en arabia 200 millones de euros al año, siendo el mejor pagado del mundo.
Y ya que hablamos del PSG, precisamente es un club propiedad de un país árabe.
Qatar, a través de una organización deportiva financiada con los recursos de este país, es el dueño del que es considerado el club más rico del mundo.
El PSG se ha caracterizado por comprar jugadores por cifras millonarias y otorgarles sueldos que van más allá de la realidad.
Hace un mes, recordemos, se celebró en Qatar la justa mundialista, que es considerado el evento deportivo más grande del mundo. Por primera vez en la historia un mundial se jugó en Medio Oriente, todo esto con los señalamientos de sobornos a la FIFA para otorgar al país más rico del mundo a la organización de un mundial que los tuvo en el centro de las conversaciones de todo el planeta.
También recientemente el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, con una fortuna de 320 mil millones de euros, compró al club inglés New Castle por 354 millones de dólares, equipo que tras los fichajes ahora está en los primeros lugares de la premier league.
Incluso, las finales de la Super Copa de España y de la Super Copa Italia se jugaron en Arabia Saudita.
Pero a los jeques parece ser que no sólo les interesa el fútbol y es que el fondo público de inversión de Araba Saudita estaría en negociaciones para comprar la WWE, la compañía de lucha de Estados Unidos y estaría desembolsando ocho mil 500 millones de dólares para ser el propietario de la organización de lucha más grande del mundo.
Asimismo, el mismo fondo de inversión de Arabia Saudita habría ofrecido 20 mil millones de dólares por los derechos totalitarios de la Fórmula 1, el que es considerado el deporte más caro del planeta.
Los motores ya rugen en esta parte del mundo, y en los últimos años, Qatar, Arabia Saudita y Abu Dhabi han albergado grandes premios de la Fórmula 1, siento todo un éxito.
Hoy los jeques árabes millonarios están cerca de ser dueños de prácticamente todos los deportes.
