La Selección Mexicana de Futbol Femenino sufrió una dolorosa derrota ante Brasil (3-0) en las semifinales, en un partido en el que las circunstancias jugaron en su contra.
Contra Brasil, una tarea difícil pero no imposible, el Tricolor inició el juego con un plan claro: resistir la presión y avanzar hacia el área contraria con el paso del tiempo. Sin embargo, los errores se hicieron presentes en todas las áreas.
El primer gol llegó tras un centro frontal, donde la portera Esthefanny Barreras no logró asegurar el balón, dejándolo a merced de Adriana, quien solo tuvo que empujarlo a las redes (minuto 31).
El segundo gol vino con la expulsión de Nicky (minuto 28) tras una falta como última defensora, confirmada por el VAR. Poco después, Antonia aumentó la ventaja con un potente disparo (minuto 31).
El golpe definitivo llegó con un tanto de Yasmim de taquito (minuto 47), colocando el tercer gol en el marcador.
A pesar de la presión brasileña, el sistema defensivo mexicano se mantuvo firme, evitando una derrota aún mayor. Jackie Ovalle demostró su orgullo y buscó el gol del honor en los minutos finales, aunque este no fue suficiente para cambiar el resultado.
A pesar del desenlace, este torneo representa un avance significativo para el futbol femenino mexicano.
Más allá del resultado, México está orgulloso de su selección, que demostró su valentía y lucha incluso con 10 jugadoras en la cancha.