Mujer japonesa de 118 años renuncia al relevo de la antorcha olímpica
La persona de más edad del mundo, una mujer japonesa de 118 años, no participará finalmente en el relevo de la antorcha olímpica de los Juegos de Tokio debido al aumento de casos de COVID-19 en el país, anunció su familia este viernes.
Kane Tanaka, que vive en Fukuoka, al sur de Japón, había previsto llevar la antorcha en su silla de ruedas en los relevos en su ciudad.
Su familia anunció que finalmente no participará debido a que “la propagación del coronavirus no se ha contenido”.
A menos de 80 días de los Juegos de Tokio, el gobierno japonés prolongó el estado de urgencia en cuatro departamentos, entre ellos el de Tokio, además de imponer restricciones en la región de Fukuoka.
Estas medidas, en vigor hasta el 31 de mayo, son menos severas que los confinamientos instaurados en otros lugares del mundo, pero limita la actividad.
La residencia de personas mayores donde reside Kane ha prohibido las visitas para evitar la difusión de microbios y hasta ahora ha sido capaz de dar seguridad a sus residentes”, declaró la familia de Tanaka.
De esta forma, dada la situación actual, es una pena pero hemos decidido que Kane Tanaka no participe en el relevo de la antorcha”, añadió.
La familia añadió que Tanaka esperaba con impaciencia esta oportunidad “preciosa y poco frecuente”.
- Tanaka nació el 2 de enero de 1903, año en el que los hermanos Wright hicieron el primer vuelo motorizado y Marie Curie se convirtió en la primera mujer en ganar un Premio Nobel.
Desde el comienzo de la pandemia, el número de casos de COVID-19 en Japón ha sido reducido con respecto a otras regiones del mundo, con unos 10 mil 500 fallecidos desde comienzos de 2020 en un país de 125 millones de habitantes.
Por miedo de que los Juegos agraven la situación sanitaria en el país, la mayoría de los japoneses se oponen a que se celebren este verano y piden que vuelvan a aplazarse o se cancelen, según todas las encuestas realizadas desde hace meses.
Se ha descartado la asistencia a los Juegos de los espectadores procedentes del extranjero y los organizadores aún no han decidido qué pasará con el público local.